En 2017, en todo el país, murieron 506 peatones. Uno de cada diez fallecidos en siniestros viales es un transeúnte. En la C.A.B.A., el 38% de los fallecidos en incidentes de tránsito son peatones. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué hacer para reducir estos elevados índices de mortalidad?

 

Escribe Aníbal Cejas

 

Según la Organización Mundial de la Salud, garantizar la seguridad de los peatones fomenta los desplazamientos a pie y ello mejora la salud. Para ello, hay que facilitar entornos seguros, fiables y accesibles para los peatones.
Justamente, los peatones son especialmente vulnerables a los impactos de los vehículos. Y ello está demostrado por las alarmantes estadísticas en materia de fallecimiento de peatones en siniestros viales.

Al respecto, Carlos Pérez, Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, informó sobre las cifras de la siniestralidad vial de los peatones en 2017 que maneja el Observatorio Vial del organismo a su cargo: «A nivel nacional, casi 1 de cada 10 víctimas fatales en siniestros viales son peatones, es decir, que 12% del total de las víctimas son peatones. Durante el año 2017 fallecieron 506 peatones como consecuencia de siniestros viales.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los siniestros donde están involucrados peatones son en las ciudades. En este sentido, la provincia de Buenos Aires con 154 personas fallecidas es la jurisdicción donde hubo más víctimas, seguido por C.A.B.A. con 52, Mendoza con 41 y Misiones con 35.
En cuanto al perfil de las víctimas fatales, 7 de cada 10 son hombres y el 27% de esa cifra son adultos mayores de 65 años. En cambio, en el caso de los lesionados, prevalecen las mujeres».

Pérez también brindó detalles sobre las circunstancias viales en las que fallecieron esos peatones, según los datos estadísticos: «En la mayoría de los casos de siniestros viales donde los peatones son víctimas (fatales o lesionados) la participación de los automóviles es del 85%.
En algunas provincias se destaca la presencia de las motos en estos siniestros, donde las cifras más altas se dan en Formosa con el 70%, en Catamarca el 66% y en Corrientes el 57%.
Los siniestros en los que participan los peatones se caracterizan por ser urbanos en un 91%. De este promedio se alejan un escalón Corrientes y Río Negro, provincias cuyo peso de los siniestros con peatones en zona urbana es de 78% y 79% respectivamente».

 

En la CABA

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires también se ocupó de este tema.
El informe de la Defensoría sobre seguridad vial en 2017 da cuenta que durante dicho año se registraron 9.094 siniestros con 9.641 víctimas, de las cuales 103 resultaron ser fatales. Los peatones representan casi el 38% del total de fallecidos. ¿A qué se debe que casi el 38% de los fallecidos sean peatones? Alejandro Amor, Defensor del Pueblo de la C.A.B.A., respondió: «Peatones y motociclistas son los principales grupos de riesgo en lo que a siniestros viales respecta, no solo en la Ciudad de Buenos Aires sino en las grandes urbes del planeta. Esta situación constituye una tendencia de la siniestralidad vial a nivel mundial. El mayor riesgo de estas dos formas de movilidad está dado, naturalmente, por la exposición frente a los traumatismos que se generan en los siniestros. Los usuarios de formas mecánicas de movilidad cuentan con sistemas y elementos de seguridad, los peatones no, esta puede ser una explicación posible. El hecho de que la proporción de peatones fallecidos aumente en las franjas etarias correspondiente a los adultos mayores de 65 años indica una relación entre las capacidades físicas y las probabilidades de resultar damnificado en un siniestro vial».
El informe que elaboró la Defensoría del Pueblo no da cuenta ni del victimario ni de las causas que originaron los hechos viales relevados. Esta información se halla en el Informe realizado por el Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sobre el mismo, Amor indicó: «Al considerar las víctimas fatales in-situ y aquellas fallecidas los 30 días posteriores a ocurrido el siniestro, el Informe del Observatorio contabiliza 48 casos fatales de peatones. Ahora bien, las fuentes de información solo permitieron reconstruir 41 casos, de los cuales 19 corresponden a peatones atropellados por diferentes medios de transportes públicos, 14 por automóviles particulares, y 8 a transporte de cargas».

 

Peatones infractores

Los peatones también cometen faltas a la seguridad vial.
«La seguridad del peatón depende de varios factores, como por ejemplo el lugar, día y hora en que circula -destacó Graciela Valles, especialista en Prevención y Educación Vial del Automóvil Club Argentino-. Por ejemplo, en general, cuando los peatones están en su propio barrio, en una zona conocida, prestan muy poca atención al cruzar la calle. En cambio, cuando circulan por zonas desconocidas prestan más atención. Lo mismo ocurre con los automovilistas, que tienen una conducción más ‘relajada’ cuando circulan por su camino habitual. En lo conocido uno se relaja.
Las conductas inseguras de los peatones más frecuentes son cruzar por la mitad de la cuadra, cruzar en diagonal (sin ir hasta la esquina), y cruzar sin respetar el semáforo.
En definitiva, las faltas de los peatones se sintetizan en una falta de respeto a las normas de tránsito. Esto es lo mismo que ocurre con otros actores del tránsito, como los automovilistas, los motociclistas o los ciclistas. Tienen actitudes irreverentes a las normas de tránsito».

Sobre el mismo tema, Amor puntualizó: «Las faltas más frecuentes de los peatones están vinculadas a ocupar la acera (bajarse del cordón a esperar para cruzar), no respetar el semáforo para cruzar o no hacerlo por las esquinas. De todas formas, la responsabilidad mayor en el tránsito la tienen quienes conducen vehículos motorizados. Los peatones, como señalamos, suelen ser las víctimas. Por ejemplo, un estudio del Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad del año 2017, indicó que solo el 19,5% de los conductores ceden el paso al peatón».

Más adelante, Valles añadió: «El peatón debe tomar conciencia que es vulnerable en la vía pública. Si bien tiene prioridad de paso, no puede estar ajeno a los errores que automovilistas, ciclistas y motociclistas puedan cometer. Y debe respetar las normas de tránsito. Esta es una manera de ‘caminar a la defensiva’ estando atentos al error ajeno».

 

Prioridad peatonal: asignatura pendiente

Luchemos por la Vida decidió medir, en 2016, en la Ciudad de Buenos Aires el otorgamiento de la prioridad peatonal. Los resultados obtenidos indicaron que 9 de cada 10 conductores no la otorgaron. «La prioridad peatonal es ignorada por la mayoría de los conductores. Esta situación explica el alto porcentaje de víctimas peatones y también el comportamiento riesgoso de estos últimos, que no encuentran incentivos para cruzar por las esquinas», manifestó Alberto Silveira, Presidente de la Asociación Civil Luchemos por la Vida.

«Los peatones, sin carrocería protectora, sufren graves lesiones en caso de atropello -continuó el especialista-. Por eso, la legislación de tránsito argentina establece que los vehículos deben dar la prioridad a los peatones que cruzan correctamente la calzada por las esquinas o sendas peatonales, y con el semáforo a su favor donde lo hay. 
Sin embargo, Luchemos por la Vida observó sistemáticamente que sólo el 10% de los conductores otorgan la prioridad al peatón. Esta prioridad se respeta absolutamente en los países seguros vialmente, donde efectivamente se controla el cumplimiento de las prioridades y se sanciona a los transgresores.
Pero en nuestro país, lo más común es ver lo contrario. Los peatones deben cederles forzosamente el paso a los vehículos en sendas peatonales o esquinas, ya que los conductores ‘olvidan’ que la prioridad le pertenece al que camina.
Además, ese comportamiento incentiva a los peatones a arriesgarse cruzando por cualquier parte.
Por todo esto, resulta imprescindible que todos cambiemos de mentalidad; que los conductores paremos y otorguemos siempre al peatón su prioridad».

 

Peatón tecnológico

Los expertos en seguridad vial insisten en que el uso del celular genera cada vez más distracciones y conductas de riesgo entre los peatones y automovilistas.
El auge del uso de teléfonos celulares y reproductores de MP3 genera riesgos particularmente para los peatones. Como, por ejemplo, cuando alguien camina hablando por teléfono pero a punto de cruzar la calle no advierte que el semáforo se pone verde para los automovilistas.
Escuchar música con auriculares o hablar por teléfono mientras caminamos genera aislamiento auditivo de los estímulos externos (aislamiento del medio ambiente) y/o distracción (ceguera por falta de atención).

Al respecto, Valles definió: «El peatón tecnológico es aquel que está atento a su dispositivo tecnológico (teléfonos celulares, tablets), leyendo o enviando mensajes o escuchando música con auriculares, y por ello deja de prestar atención al tránsito. De esta manera, se descuida en su circulación. Hoy en día, el teléfono celular es el principal elemento que distrae en la circulación en la vía pública, tanto a peatones como automovilistas.
De hecho, en muchas grandes ciudades del mundo se han puesto en el suelo de los cruces muy concurridos señales donde se replican las luces del semáforo. De esta manera, las personas que circulan con la mirada hacia abajo (atenta a sus dispositivos) podrán ver las luces del semáforo en el piso, cuando se aproximan a un cruce peatonal. En la Ciudad de Buenos Aires también se han instalado estos dispositivos en algunas esquinas de la zona céntrica, a modo de prueba, como en la Av. Ramos Mejía y Av. del Libertador, en el barrio de Retiro».

 

Educación

Prácticamente no existen campañas de educación vial destinadas a los peatones. La Defensoría del Pueblo desarrolló una campaña, varias veces reeditada, llamada «Atendé al tránsito» que hace foco en el uso indebido del celular en situaciones de tránsito. La campaña está destinada a todos los usuarios viales y no solo a los peatones. Por parte del Gobierno de la Ciudad se destaca la campaña «Al girar, prioridad peatón».

«Las campañas de seguridad vial están orientadas a los conductores, dado que son las faltas de éstos las principales causas de los siniestros», apuntó Amor.

 

Hace falta un cambio de actitud en el tránsito

Valles enfatizó que las alarmantes cifras de siniestralidad vial en general y de los peatones en particular forman parte de una problemática amplia, extensa, que implica varios desafíos como sociedad: «No solo se trata de la manera en que el peatón cruza la calle. A veces, se observa que los peatones interrumpen u obstaculizan el tránsito, o forman grupos que interrumpen el paso de los demás. Esto es una muestra de no saber convivir con los demás por parte de los peatones.
El peatón es un usuario más de la vía pública. Y comete errores como lo hacen los otros actores del tránsito, como los automovilistas, los ciclistas o los motociclistas. Es más, la persona que pasó un semáforo en rojo conduciendo un automóvil, puede ser la misma que cruza corriendo la calle por la mitad.
Todos formamos parte del tránsito. Y nos falta mucho todavía para aprender a respetar las normas y al prójimo. Vemos mucha ansiedad en algunos peatones, que esperan para cruzar sobre la calzada y no sobre la vereda, como si en esos dos pasos de más que han dado fueran a ganar más tiempo. Pero, en realidad, se ponen en una situación de peligro.
Y no debemos olvidar que hoy los motociclistas y los peatones son los dos grupos que encabezan las estadísticas de mortalidad y accidentes graves en siniestros de tránsito».

Por último, Amor sostuvo: «El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sostiene una agenda de políticas públicas destinadas a desincentivar el uso del vehículo particular, y priorizar las formas no motorizadas de movilidad: caminata y ciclismo. En ese sentido, se desarrollan medidas tendientes a extender los usos no motorizados de la vía pública: prolongación de ochavas, peatonalización de áreas de la ciudad y extensión de la red de ciclovías. Todas estas medidas, al quitarle espacio al vehículo particular, contribuyen a ralentizar el tránsito y por ende proteger al peatón. Desde esta Defensoría del Pueblo acompañamos el espíritu de esa agenda, pero señalamos que todas estas medidas deben ir acompañas de mayor inversión en los sistemas de transporte públicos, de manera de mejorar los estándares de calidad sobre todo en el subterráneo que es el medio más seguro, ecológico y el único masivo que depende de la Ciudad».