Políticas y Acciones de AACS, ADIRA Y ADEAA. Primera parte.

Informe Operadores de Mercado dialogó con los presidentes de las seis cámaras que agrupan a los aseguradores argentinos: la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS), Aseguradoras del Interior de la República Argentina (ADIRA), Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros (AACMS), Asociación de Aseguradores Argentinos (ADEAA), Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART) y la Asociación Civil de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina (AVIRA), sobre la situación del mercado, la evolución de la producción y la siniestralidad durante la pandemia, y la agenda de trabajo de las entidades. Primera Parte.
Escribe Lic. Aníbal Cejas

En el contexto de la compleja situación que vive la economía nacional, agravada por el impacto de la emergencia sanitaria para reducir la propagación de la pandemia por Coronavirus, los máximos representantes de las cámaras representativas de las aseguradoras argentinas analizaron la situación actual del mercado y fijaron la agenda de temas del sector.
El pasado 20 de julio, la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS), celebró sus primeros 126 años de vida institucional. En este marco, Gonzalo Santos Mendiola, Presidente de la AACS, evaluó la situación actual del mercado de seguros en estos términos: «El mercado asegurador acaba de cerrar su ejercicio económico con resultados que todavía no son públicos; pero entendemos que los mismos van a ser afectados negativamente por los siguientes factores. 
La pandemia contrajo fuertemente la economía y esto, si bien todavía no se notará fuerte en el cierre de balances, lo está haciendo en este momento con caídas de coberturas, caídas de cobranzas y, sobre todo, producto de una crisis de crecimiento que afecta al país desde hace varios años. Si vemos los números de ventas de vehículos 0km, ACARA (Asociación de Concesionarios de Automotores) estima que este año se incorporarán al mercado 270.000 nuevos vehículos, una cifra muy inferior a la de 2019 (460.000), que ya había sido un año malo en ventas. Obviamente esto impacta directamente en el crecimiento del mercado; el cual seguramente estará en términos de primas muy por debajo de la inflación esperada. Sumado a esto, el desarrollo de los pasivos judiciales sigue siendo a tasas muy elevadas, y hay dificultades para encontrar instrumentos financieros que puedan cubrir este desarrollo». 

En cuanto a la evolución de la siniestralidad, Santos Mendiola afirmó: «Entendemos que la cantidad de siniestros ha disminuido por la merma en el tránsito, ya que en el primer mes del comienzo de la pandemia hubo una fuerte reducción de la circulación en todo el país, aunque hoy el panorama es muy distinto.
Es importante tener en cuenta que esta disminución no es un factor directo y aislado que pueda reducir la siniestralidad, ya que la mayoría de las compañías debieron salir a ajustar costos, se hicieron devoluciones de primas ya emitidas para tratar de alivianar el costo a los clientes, como también se realizaron concesiones en algún momento de la pandemia, como refinanciar plazos de pago, lo cual impacta directa y negativamente en los resultados. Asimismo, en un mercado de cola larga como el argentino, con altos niveles de inflación, el decrecimiento que se producirá, generará impactos fuertes en la siniestralidad, ya que no se podrán solventar desarrollos pasados de siniestralidad con prima nueva. 
También, es importante mencionar que hay otros tipos de siniestros y problemáticas que están comenzando a crecer, como ser los robos y el fraude; que en tiempos de crisis económicas aumentan fuertemente».
Y añadió: «Nunca debemos dejar de lado que cuando hablamos de siniestralidad, hablamos de dos componentes como son las primas y los siniestros. La cantidad de siniestros probablemente se haya reducido por la menor actividad, pero de la misma forma, seguramente la cantidad de clientes se reducirá, ya que muchas personas deberán decidir en dónde invertir sus ingresos reducidos (menor cobertura, anulación de pólizas asumiendo los riesgos, etc.).
Asimismo, mucha de la actividad relacionada al consumo de productos no relacionados con necesidades básicas, están atravesando momentos muy complejos, donde no tenemos mucha claridad de cuántos lograrán superar esta crisis. Por lo cual, es muy incierto el panorama, y la conjunción de todas estas variables, seguramente no será positivo para el sector».

Agenda

«Desde la AACS estamos trabajando con todos los actores del mercado para tratar de construir una agenda en forma conjunta, para tratar de afrontar los desafíos que nos esperan a futuro -destacó Santos Mendiola-. Desde el punto de vista interno, estamos encarando con el resto de las Asociaciones temas tan diversos como la realización de protocolos por el Covid-19, la generación de acuerdos futuros de protocolos de conectividad tecnológicos (en conjunto con la Cámara de Insurtech), analizando los nuevos desafíos que nos traerá la ‘nueva normalidad’ desde el punto de vista de las necesidades en términos de transformación digital, teletrabajo.
Con la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) estamos trabajando diariamente en todos los temas y preocupaciones que van surgiendo en esta etapa tan extraordinaria que estamos atravesando, temas que van desde las presentaciones de balances, ajustes por inflación, aprobación de nuevos planes y cláusulas de coberturas para la adaptación de productos. En definitiva, con una agenda abierta y con muy buena comunicación».

Sostenible

Alejandro Simón, Presidente de Aseguradoras del Interior de la República Argentina (ADIRA), destacó que la industria está atravesando un contexto muy complejo, como otros sectores, a causa del impacto de la pandemia de COVID-19: «El seguro se nutre de la actividad económica que, paralizada por la pandemia, repercute en una caída de las primas en términos reales.
En estos momentos, es sumamente importante que las aseguradoras refuercen las gestiones para alentar la actualización de sumas aseguradas y evitar situaciones de infraseguro, una mayor eficiencia en los procesos administrativos y, por sobre todas las cosas, realizar ofertas comerciales que sean sustentables y sostenibles en el tiempo, y que no sean una forma de empujar problemas hacia adelante, como muchas veces, lamentablemente, se hizo en nuestro mercado. 
Entendemos que será necesario poner en marcha medidas que permitan al sector salir fortalecido de esta difícil coyuntura. Entre ellas, podrían encontrarse soluciones como el pago de impuestos nacionales y provinciales que hoy son tributados en función de la facturación, pasen a serlo por lo realmente percibido.  Además, se deben revisar procedimientos actuales de solvencia, medición de pasivos, deterioro de créditos y régimen de presentación de información actual en función al nuevo escenario. 
Es indudable que el mercado de seguros no será el mismo y que pasada la cuarentena no volveremos al estado anterior de cosas, sino que ingresaremos a una ‘nueva normalidad’».

Más adelante, Simón agregó: «En materia de producción, Automotores es uno de los ramos más golpeados (junto con Riesgos del Trabajo), con una baja en el mes de mayo del 14,8% interanual. Con respecto a la siniestralidad, experimentó un comportamiento en baja: como efecto del aislamiento obligatorio, disminuyó la cantidad de siniestros en el último trimestre del ejercicio, siendo más notoria esta situación en el mes de abril y comenzando a mostrar en junio valores más cercanos a los habituales. 
En otros ramos, como el caso de Combinados de Hogar y Accidentes Personales, la siniestralidad se elevó, producto de que, como consecuencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio, las personas pararon mucho más tiempo del habitual en sus hogares. De la misma manera, por la ausencia de gente en locales comerciales, se produjo una mayor cantidad de incendios y robos. 
En Agro, por el contrario, se vivió otra realidad, siendo quizá el ramo menos afectado por la pandemia y sus efectos». 

Gestión colaborativa

Simón puso de relieve los diversos temas en los que trabaja la Cámara con sede en Rosario y enfatizó con satisfacción el trabajo conjunto que realizan con otras asociaciones que representan a los aseguradores: «En ADIRA trabajamos en forma permanente en el análisis de distintos temas que hacen a la actividad aseguradora, a través de nuestras comisiones temáticas, que tienen una activa gestión. En el seno de nuestra entidad funcionan las siguientes comisiones:

• Comisión de Asuntos Legales. 
• Comisión de Normas Contables e Impositiva. 
• Comisión de Seguro Automotores. 
• Comisión de Comunicaciones. 
• Comisión Innovación. 
• Comisión Riesgos Agrícolas. 
• Comisión de Prevención Lavado Activos. 
• Comisión de Fraudes. 
• Comisión de Inversiones. 
• Comisión de RRHH. 

Dentro de la agenda para este año estamos considerando asuntos como: 

• Proyecto Póliza de Caución Alquileres, para remitir nuestras observaciones a la Superintendencia de Seguros de la Nación. 
• Propuesta de modificación del nacimiento del Hecho Imponible del Impuesto al Valor Agregado en la actividad aseguradora.  
• Modificaciones y adecuaciones del Convenio Colectivo de Trabajo. 
• Evaluación y propuestas de protocolos para la actividad dentro del marco de la pandemia. 
• Análisis de alternativas de inversión en nuevos instrumentos para desarrollos inmobiliarios a partir de propuestas de la Comisión Nacional de Valores. 
• Gestiones sobre la adhesión de la provincia de Santa Fe a la Ley de Riesgos de Trabajo. 
• Propuesta de un formato de comunicación digital uniforme para la actividad aseguradora. 
• Unificación de sistemas y criterios para la detección y lucha contra el fraude. 
• Trabajo en nuevas herramientas de Insurtech. 
• Generación de capacitación para los distintos actores de la actividad aseguradora, a través de propiciar un Programa de Formación Gerencial junto con la Universidad Austral. 
• Participación activa en FEMS (Foro Ejecutivo de Mujeres en Seguros). 
• Interacción permanente con ICMIF Internacional e ICMIF/Américas, aportando iniciativas para los eventos continentales e internacionales de los próximos períodos. 

Es de destacar el significativo incremento de la participación activa de la comunicación y gestión entre las distintas Cámaras de la Actividad Aseguradora. Se han generado y están en desarrollo importantes temas comunes junto con la AACS, UART, AVIRA, ADEAA, AACMS, dentro de los cuales el Protocolo para la flexibilización de las tareas durante la pandemia es un hito singular». 

Problemas sistémicos

Desde la Asociación de Aseguradores Argentinos (ADEAA), su Presidente, Carlos Enrique Grandjean, brindó su propia definición acerca de este momento del sector asegurador: «Básicamente se trata de un mercado que hasta mediados del año pasado se encontraba, en términos generales, en una situación económica y financiera adecuada, con los índices de solvencia y de liquidez satisfactorios.
Con el agravamiento de la situación económica, bajo un entorno de alta inflación y depresión económica, con el reperfilamiento de los bonos, la renegociación de la deuda, la pandemia mundial y la prolongada cuarentena, ha entrado en lo que podemos catalogar como una tormenta perfecta.
Si tenemos en cuenta todo este entorno externo sumamente agresivo y, aun así, el mercado ha podido mantener sus operaciones, trabajando de manera satisfactoria de modo virtual habiendo digitalizado todo el proceso en tiempo récord, cumpliendo con sus compromisos, contando con la colaboración fundamental de los productores asesores de seguros, quiere decir que nos encontramos frente a un mercado con una alta capacidad para adaptarse a situaciones de crisis mayúsculas.
Lamentablemente, este duro escenario está lejos de haberse terminado y, por lo tanto, el mercado de seguros tiene aún muchos desafíos por delante para sortear estos mares embravecidos».

Luego, el ejecutivo analizó la evolución de la siniestralidad y la producción de los seguros durante la pandemia: 

«En lo que respecta a la producción del seguro de Automotores, hay que decir primero que la fabricación y venta de vehículos nuevos estuvo estancada en los últimos meses. En el mes de abril, por primera vez en la historia, no se fabricó ni un solo auto en la Argentina. Por lo tanto, la producción de seguros de automóviles no puede encontrarse ajena a esta realidad. Por otra parte, la menor movilidad social y la crisis económica han llevado a una reducción en el tipo de coberturas contratadas y, en algunos casos, a la suspensión de las mismas. Aún bajo esta realidad, algunas aseguradoras han logrado brindar un mejor servicio que otras, lo que les ha permitido lograr una mejor retención de cartera y, en algunos casos, algún crecimiento. Entendemos que la labor de los productores asesores de seguros ha sido esencial en ese sentido.
Con respecto a la siniestralidad, habría que distinguir dos componentes, en el seguro de automóviles. Una parte, la de la responsabilidad civil, tiene las características de los ramos de cola larga. En ese sentido, hay que decir que el sistema arrastra unos 200.000 juicios con una antigüedad promedio de 3 o 4 años y los índices siniestrales ya eran muy altos antes de esta situación de pandemia. Si bien la cuarentena por varios meses, alivia temporalmente la siniestralidad, no logra ocultar los problemas sistémicos de mediano y largo plazo. La feria judicial de los primeros meses del año lo único que hizo fue postergar una avalancha de juicios que enfrentará todo el sistema.
Con respecto a la cobertura del casco de los vehículos, que es por naturaleza de cola corta, si bien se ha verificado en los primeros meses una reducción de la frecuencia siniestral, esta situación, con la mayor movilidad social ya ha comenzado a agotarse. Por otra parte, el agravamiento de la situación social posiblemente redundará en un aumento de la frecuencia siniestral de los robos tanto parciales como totales».
Y sumó: «No notamos grandes variaciones en los demás ramos en términos generales. En Riesgos del Trabajo se notó al principio una menor frecuencia siniestral pero con el avance del Covid-19, el sistema nuevamente ha sido puesto a prueba, al presumirse la cobertura para los trabajadores de actividades esenciales. Hacia fines de julio el sistema ya había ingresado 25.000 denuncias y 55 fallecidos con una fuerte aceleración de casos en los últimos días. Sin duda alguna, el sistema de riesgos del trabajo nuevamente enfrenta otro gran desafío».

Corto plazo

Respecto de los temas en los que está trabajando la cámara, Grandjean indicó: «La crisis económica, la pandemia y la cuarentena han hecho que tengamos que priorizar la agenda del corto plazo por sobre la del mediano y largo plazo. Lo urgente está postergando en parte a lo importante.
En estos días nos abocamos al diálogo con las autoridades, con las demás cámaras, con las asociaciones de PAS y la Federación que los agrupa y con el Sindicato, con los siguientes puntos en la agenda: permisos para circular y actividad exceptuada del sector de seguros del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) bajo protocolo autorizado; renegociación de la deuda tanto de legislación local como extranjera; mecanismos para aliviar la situación de liquidez del sector; normas técnico-contables y confección de balances.
Como políticas de mediano y largo plazo, nuestra agenda está marcada, entre otros, por los siguientes temas: judicialidad del sector y baremos; tributación de la actividad; regulación del sector; modernización, digitalización y protocolos para la conectividad; mecanismos para el control del fraude. En este sentido queremos destacar el excelente nivel de diálogo que estamos alcanzando con todos los actores del mercado».

 

En nuestra próxima edición, contaremos con el testimonio de Alfredo González Moledo, Presidente de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros (AACMS); Mara Bettiol, Presidente de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART); y Mauricio Zanatta, Presidente de la Asociación Civil de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina (AVIRA).