El sector de la RC Profesional Médica está en ebullición. Algunos de los operadores del ramo están protagonizando importantes cambios. Unos han incorporado nuevos accionistas. Otros están negociando su cartera. En este marco, Informe Operadores de Mercado dialogó con tres aseguradores que, en conjunto, representan más del 52% de la prima del ramo, quienes destacaron su crecimiento pero alertaron sobre la insuficiencia de las sumas aseguradas y la baja de las tasas.

Escribe Aníbal Cejas

 

El 31 de diciembre de 2017, el ramo RC Profesional Médica y No Médica sumó $ 547 millones en concepto de primas emitidas netas de anulaciones. La RC Profesional Médica representó $ 476 millones, y la RC Profesional No Médica unos $ 71 millones. Estas cifras comprenden la producción de seis meses (julio a diciembre) de 2017. Respecto al mismo período del año anterior (2016) la RC Profesional Médica vio crecer su volumen un 31%. Pero la RC Profesional No Médica facturó un 29% menos.

«En la actualidad el ramo de RC Profesional, en especial la Médica, experimenta un sostenido crecimiento. Las profesiones no médicas si bien también crecen, no lo hacen en la misma medida que la primera -señaló Horacio Canto, Gerente de Servicios Médicos y Responsabilidad Civil Profesional de Swiss Medical Group-. Con respecto a la prima, si bien también experimenta crecimiento, fundamentalmente por razones inflacionarias y de siniestralidad, no lo hace en la proporción que debería, ya que una parte de la competencia cotiza sin demasiado rigor técnico a valores muy inferiores a los que técnicamente correspondería. Es por ello que debemos estar buscando constantemente un equilibrio entre lo técnico y lo comercial».

 

En la misma línea, Fabián Vitolo, Gerente Relaciones Institucionales y Servicios Médicos de Noble ARP, comentó: «El ramo ha crecido en el último año un 30%, por arriba del crecimiento del año anterior y algo por encima del crecimiento del mercado de seguros generales. Esto se explica en parte por el reacomodamiento de las primas en respuesta a una mayor severidad de los reclamos, a la inflación del período, y al ingreso al sistema asegurador de algunos profesionales que permanecían en fondos solidarios. Aun así, la prima no crece como debería y algunos operadores, empujados por una intensa competencia, continúan aplicando tasas que no se corresponden con la litigiosidad creciente. Como factores propios del mercado, es indudable que los ajustes de reservas y capitales impuestos por la SSN han impactado en el ramo, poniendo a las compañías bajo estrés; en los últimos meses varios operadores tradicionales de praxis médica han cambiado sus accionistas mayoritarios. Sin embargo, pensamos que la búsqueda de reservas consistentes no debe ser vista como un obstáculo que pueda limitar nuestro accionar. Como buena noticia, vemos un crecimiento mayor que otros años en primas de responsabilidad profesional no médica, principalmente de abogados, escribanos e ingenieros. Nuestros pedidos de cotización para esas profesiones crecieron un 50% en el último año».

En tanto, Jorge Furlan, Coordinador General de Prudencia Seguros, opinó: «Entre los operadores que atienden la cobertura que nos ocupa existe una marcada competencia. La situación, que no es ajena a lo que sucede en otros ramos, se completa con requerimientos de capitales asegurados elevados; solicitud de retroactividades y costos en baja en muchos casos, confrontados entre las propuestas de distintas aseguradoras. Si bien se procura observar la aplicación de las tasas de riesgos que corresponda a cada tipo, en la realidad los costos responden actualmente a la evaluación comercial de la operación según cada caso. En muchas pólizas se advierte la aplicación de bonificaciones relevantes en el valor técnico de la prima que debería percibirse por la calidad y antecedentes siniestrales de la operación. Lo señalado no es ninguna novedad en un mercado caracterizado por las declamaciones que no se corresponden con los hechos; por la concesión de beneficios que no se compadecen con los resultados técnicos y por la falta de reconocimiento al esfuerzo que se realiza para agregar valor al servicio que brinda la compañía aseguradora que queda finalmente subsumido en el nivel del costo final y en el de las comisiones pagadas».

Ampliar el mercado

Claramente, la venta de seguros para profesionales de la medicina y las instituciones médicas han apuntalado el desarrollo de la cobertura por las características propias de este riesgo y su litigiosidad. Pero, ¿cuáles otras profesiones habría que explorar más para lograr mayor cantidad de asegurados?

Canto respondió: «Nuestra cartera está experimentando crecimiento en RC profesional en D&O y en el caso de E&O fundamentalmente en las profesiones de arquitectos, abogados, ingenieros y administradores de consorcio».

Y Furlan remarcó: «Cualquier profesión está sujeta a riesgo y, por lo tanto, a ser objeto de reclamos por su accionar, sobre todo cuando se han incrementado considerablemente las acciones judiciales contra los profesionales, no sólo en la cantidad de casos sino también en el valor de los montos de las demandas. A su vez, cada profesión agrega a su especialidad la existencia de códigos de ética o normativas especiales cuya inobservancia puede provocar reclamaciones. En general, el escribano público, tiene una tradición en el aseguramiento de la exposición de su actividad, en especial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires. Pero en el resto de las profesiones, como arquitectos, ingenieros, abogados, magistrados y funcionarios, contadores, o liquidadores, la penetración del seguro de RC es escasa. Por lo tanto, existe un mercado potencial muy importante en cualquiera de las mencionadas. Observamos que paulatinamente los distintos Colegios Profesionales van asumiendo con preocupación las consecuencias económicas que pueden derivar de un reproche a su tarea. Por ello, se han incrementado las consultas y la concreción de operaciones, como es el caso de los arquitectos».

Por otro lado, cabe aclarar que el nuevo Código Civil y Comercial no ha aumentado la ‘exposición al riesgo de demanda’ de algún grupo de profesionales en particular.

Y, como indicó Furlan, «tampoco alteró los supuestos que eran comunes a la RC en cuanto al tratamiento dado siempre a este riesgo».

«Por el contrario -continuó-, criterios que se aplicaban y eran jurisprudenciales quedaron actualmente explícitamente citados en el Código como es la carga dinámica de la prueba, lo cual en este caso es un cambio importante. A su vez, tiende a buscar la reparación integral del daño focalizándose en la protección de la persona, lo que modifica el esquema tradicional de la responsabilidad civil. Altera el criterio de resarcimiento económico por el nuevo concepto de la función esencial de la prevención. También adquiere importancia el derecho de incidencia colectiva como es el caso del medio ambiente o de los consumidores. Por lo tanto, existe un nuevo criterio en la aplicación del derecho, que merece resaltarse por sus consecuencias económicas, es el considerar el seguro con un carácter social y, en consecuencia, se desconocen en la sentencia límites de la cobertura como es el caso del máximo del capital asegurado, o no hacen oponible al asegurado condiciones particulares de la póliza. Esta orientación se sustenta en el derecho moderno del daño que se concentra en la defensa de la víctima».

Después, Vitolo aportó: «No vemos que la reducción del plazo de prescripción de la acción civil a tres años, que es el principal cambio del nuevo Código sobre nuestro ramo, haya tenido algún impacto, ya que el plazo promedio entre el acto médico y la interposición del reclamo es de 20 meses. Por otra parte, todavía es muy prematuro llegar a conclusiones definitivas; el nuevo Código Civil tiene menos de tres años de vida y todavía hay poca jurisprudencia. No vemos que se hayan agregado exigencias que no estuvieran contempladas de alguna u otra manera antes».

Oferta

Las distintas coberturas de RC Profesional que ofrecen los operadores especialistas son, en general, bastante similares. La diferencia está en el manejo de los riesgos y en los servicios que brinda cada una. Por ello, consultamos a los aseguradores sobre las características de los productos que ofrecen.

Sobre las coberturas de SMG Seguros, Canto subrayó: «Contratando nuestra póliza de Responsabilidad Civil Profesional, los asegurados contarán con un respaldo completo frente a reclamos de terceros, cubriendo su patrimonio por reclamos judiciales (fuero Civil y Penal) que surjan en virtud de su accionar profesional, siempre que esté debidamente habilitado para ejercer dicha profesión. La cobertura se orienta a garantizar el pago de indemnizaciones y amparar la defensa como consecuencia de actos culposos que dieran lugar a reclamos originados por el mal desempeño del ejercicio de su profesión. Los Beneficios de nuestra cobertura son:

Posibilidad de modificar el límite de indemnización establecido como Suma Asegurada en cualquier período, alcanzando esta modificación a nuevos reclamos iniciados sobre eventos o actos ocurridos en períodos de cobertura anterior y cubiertos por sumas menores.

Reposición de dos sumas aseguradas en la vigencia anual sin cargo extra.

Período extendido de denuncias por dos años automáticos, sin cargo adicional (E&O).

Flexibilidad y agilidad en la suscripción.

Respuestas a consultas a través de nuestro centro de atención al asegurado.

Respaldo de Swiss Medical Group».

Vitolo, en tanto, puntualizó: «La diferencia entre los distintos operadores no está en las coberturas que ofrecen (que en general son claims made con posibilidad de extender el plazo de cobertura para acompañar el plazo de prescripción), sino en los servicios que ofrecen y en su manejo de reclamos. Son estos factores los que distinguen a Noble sobre su competencia. Nuestro servicio de gestión de riesgos y seguridad del paciente son reconocidos no sólo por nuestros asegurados sino por la comunidad médica en general. Por otra parte, nuestra proactividad en el cierre de reclamos con franca responsabilidad, nos ha llevado a ser hoy la compañía con mejor relación entre primas emitidas y stock de mediaciones y juicios, que es mucho menor que el de nuestros competidores».

A su turno, Furlan sostuvo: «La mayor diferenciación que ofrece Prudencia Seguros en la RC profesional de la actividad médica con la de las colegas es su sistema de administración del riesgo, basado en la evaluación del mismo aplicando un criterio de habilitación hospitalaria; el seguimiento de los incidentes médicos; el valor agregado que brinda el aseguramiento mediante reportes al asegurado que surgen del análisis de los hechos informados en los incidentes; y el asesoramiento médico-legal a los profesionales independientes mediante un servicio de 0800. Toda la labor señalada es realizada por profesionales médicos. Otra profesión con una gestión importante en Prudencia es la de los arquitectos. También se cuenta con una cartera en ingenieros, agrimensores, abogados, contadores, y una cobertura especial dirigida a los Magistrados y Funcionarios de la Justicia. En todos los casos, se intenta agregar valor a la cobertura mediante disertaciones específicas y dedicación en el seguimiento y apoyo en la gestión de los profesionales individuales asegurados. Obviamente que el alcance de la cobertura es mantener indemne el patrimonio del profesional hasta el límite del capital asegurado por el pago de las indemnizaciones que deban asumir por reclamos de terceros por los que legalmente resulten responsables».

Insuficiencia

En muchos contratos, las sumas aseguradas en RC Médica son insuficientes dados los montos de demandas que se registran en la Justicia. Cambiar esta situación es una larga batalla de los aseguradores que por ahora no logran ganar.

«Existe un tema recurrente, que es hacer entender a los asegurados las ventajas de contar con una adecuada suma asegurada, ya que la inflación y el promedio de los montos de las sentencias condenatorias demuestran un crecimiento sostenido -afirmó Canto-. En ocasiones, las sumas aseguradas se desactualizan, debiendo explicar constantemente a las instituciones las consecuencias negativas que ello tiene para el patrimonio de las mismas. Iguales consideraciones caben para el segmento de médicos y profesionales de la salud individuales, sumado a que el profesional médico en general no sólo ignora, sino que no asigna mucha importancia al seguro con que cuenta, alcanzándole muchas veces con tener alguna cobertura independientemente de la calidad de la misma. Por supuesto, si llegara a tener un siniestro, modifica su interés y se interioriza de las características y condiciones de su cobertura».

Siniestralidad

La siniestralidad en RC Profesional Médica sigue alta y los montos promedio de las sentencias siguen creciendo. En RC Profesional No Médica, los reclamos son pocos, se observa algún que otro signo de avance de la cultura del reclamo.

En efecto, Canto reconoció que «continúa viéndose un nivel elevado de siniestralidad, similar al de los últimos años».

Acto seguido, Furlan agregó: «Las sentencias han ido evolucionando con un importante aumento en el nivel de sus montos, y hoy tenemos conocimientos de condenas por cifras temerarias. Por otra parte, la aplicación de un cálculo matemático a través de una fórmula para determinar el capital de la condena, que rige actualmente en el nuevo Código Civil y Comercial, tiende a otorgar montos mayores, incrementados por la aplicación de tasas elevadas».

En la misma tónica, Vitolo dijo: «El monto promedio de demanda se incrementó en el último año un 33%, siendo hoy de $2,2 millones de pesos, que en casos obstétricos con daños neurológicos al recién nacido se eleva a $4,5 millones. Eso sin contar los picos. Hemos recibido demandas por $50 millones. Claramente, los profesionales de la salud son los más demandados y, dentro de éstos, los especialistas con mayor invasividad y potencial de daño: obstetricia, cirujanos, anestesiólogos, etc. No ha habido mayores cambios en esto. Por otra parte, la ‘inflación judicial’ parece no tener freno. Algunos jueces, motivados por la depredación que produce la inflación, terminan fallando sentencias muy sobrevaluadas. La aplicación exorbitante de intereses es un gran problema. Vemos sentencias a valores corrientes a las que luego se le agregan intereses desde el momento del hecho, que puede haber ocurrido hace más de 10 años. Este es un factor distorsivo muy grande».

En cambio, según el testimonio de Canto, en general, la siniestralidad de la RC para otras profesiones no médicas sigue siendo baja, «si bien ha experimentado algún crecimiento».

En concordancia, Furlan observó que «si bien, en general, la siniestralidad de RC Profesional No Médica es baja, en algunas especialidades va incrementándose paulatinamente, como el caso de los arquitectos, ya que no hay un adecuado asesoramiento a los profesionales sobre cómo se define el alcance de la cobertura y, en especial, del alcance de la misma en la responsabilidad civil».

Asignaturas pendientes

Por último, Vitolo expuso algunos problemas o asignaturas pendientes que deberían ser resueltas para que el ramo avance más: «Uno de los principales problemas son las sumas aseguradas muy bajas, que no se condicen con el monto de los reclamos que vemos en la actualidad. El mismo médico que cuando maneja su auto tiene una cobertura de RC automotor de $ 6 millones por si causa daño a un tercero, duda en contratar una cobertura de $ 2 millones para cuando opera o anestesia una persona, con la potencialidad de daño que ese acto médico puede tener. Debemos trabajar mucho más fuerte en generar conciencia sobre la magnitud del problema. Las sumas aseguradas bajas complican mucho el cierre de siniestros con franca responsabilidad; incluso hemos visto algunos casos en los cuales los jueces, ante sumas aseguradas irrisorias, obligan a las compañías que las otorgaron a hacerse cargo de todo el siniestro, por encima del monto de cobertura otorgado. Recientemente, hemos enviado circulares a nuestros productores y asegurados recomendándoles actualizar sus sumas aseguradas, que en el caso de un cirujano o un obstetra debería ser de $ 2,5 millones. El mismo monto sería necesario para una clínica de menos de 100 camas. En el caso de grandes instituciones de más de 100 camas, la suma asegurada no debería ser menor a los $ 4 millones. Por otra parte, el combate a la actividad aseguradora ilegal ejercida por los fondos solidarios de los colegios médicos aún no termina. Pese a que muchos de estos colegios han regularizado su situación acudiendo a compañías de seguros, persisten, sobre todo en el conurbano bonaerense, algunos fondos puros que distorsionan el mercado y que, por su tendencia a ir siempre a juicio, complican los acuerdos en caso de siniestros».