Al día de hoy las ART atendieron 175 mil trabajadores afectados por COVID-19 y se brindaron más de 13 millones de actividades preventivas de forma virtual.

Mara Bettiol, Presidente de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART) y Marcelo Domínguez, Gerente General de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), abrieron con sus exposiciones el 10mo Congreso de Seguridad y Salud Ocupacional 2020 organizado por la UART. Ambos describieron el impacto de la pandemia en el sistema, los cambios que hubo que implementar en tiempo récord para atender los casos covid y los no covid, donde además resaltaron el trabajo conjunto entre los reguladores, entidades representativas de empleadores y trabajadores y ART. Asimismo, enfatizaron sobre los aspectos pendientes de implementación. Entre ellos: la adhesión de las provincias pendientes a la Ley 27.348, la creación de los Cuerpos Médicos Forenses, con peritos que utilicen el baremo de incapacidades (tabla para mensurar los daños remanentes de un accidente o enfermedad profesional) y cuidar el financiamiento del sistema, que se ha convertido en un aspiracional para los sectores que aún no cuentan con esta cobertura. Hoy las ART brindan servicio a un millón de empleadores y más de 9 millones y medio de trabajadores. Y en estos últimos meses, entre afectados por la pandemia y casos tradicionales, vieron casi duplicado el volumen de casos recibidos.

Bettiol explicó que al día de hoy las ART atendieron por covid-19 a 175 mil trabajadores esenciales con cobertura integral de prestaciones dinerarias y en especie. También las ART realizaron más de 13 millones de acciones en prevención de manera virtual. La pandemia tuvo un doble impacto: “Por un lado, las aseguradoras tuvieron que reconfigurar su actividad habitual de acuerdo con las limitaciones que establecía el aislamiento, manteniendo su calidad de servicio. Por otro, a partir del Decreto 367/20 que determinó al Covid como enfermedad laboral no listada, se debió responder con una cobertura diferente, para una nueva enfermedad ajena y extraña al sistema”, detalló la presidenta de la UART.

En ese sentido, Domínguez destacó el hecho de haber creado un paraguas protector para los trabajadores que debían continuar con sus tareas a fin de aplanar la curva y aplacar la pandemia. “Hacia ahí apuntó el Decreto de Necesidad y Urgencia 367/20, que declaró al Covid presuntivamente como enfermedad laboral”, a lo que siguió el desarrollo de protocolos para los diferentes sectores de la actividad. “Fue muy importante el compromiso de empleadores y trabajadores en la implementación de los mismos”.

Bettiol puso énfasis en el trabajo coordinado de las ART con los dos organismos rectores de la actividad, la Superintendencia de Seguros y la de Riesgos del Trabajo y “el activo cuatripartismo establecido entre los reguladores, sindicatos, empleadores y aseguradoras”. Domínguez coincidió con el concepto y describió el esfuerzo realizado para establecer el trabajo remoto, acondicionando los puestos a esta exigencia, lo que también aceleró el tránsito a la virtualización del trabajo, incluso para la misma SRT.

Bettiol explicó que el sistema tiene su foco puesto en las personas, para ellas las ART trabajan y generan respuestas. Domínguez manifestó que la prevención es una política primordial para este gobierno.

Entre los aspectos pendientes desde la UART se remarcó el hecho de que se trata de un sistema de base aseguradora, que necesita que las reglas del mismo sean respetadas en los ámbitos administrativos y judiciales. “Este sistema venía muy azotado por la litigiosidad. Con mucho esfuerzo del Estado, de las empresas, de los sindicatos y de las aseguradoras, se logró una reforma que es la Ley 27.348 que pone de manifiesto lo que el sector productivo quiere del sistema, que la litigiosidad no adquiera volúmenes inmanejables y que la esencia esté centrada en el servicio. Para que esto suceda es necesario que se instrumenten los Cuerpos Médicos Forenses en el ámbito de la justicia, que los peritos judiciales usen el baremo como vara para determinar las incapacidades. E igual de imprescindible es cuidar el financiamiento, como única manera de que lo previsto en la norma se traduzca hechos, tanto para cobertura Covid, como la NO Covid”.

Domínguez señaló que “un buen augurio fue la reciente adhesión de Santa Fe” y agregó que “el sujeto de derecho es el ciudadano. Se debe lograr que se adhieran las provincias que aún no lo hicieron, en pos de los derechos del trabajador, que se atienden más rápido por vía administrativa, que a través de la justicia”.

La vuelta al trabajo la prevén como un sistema híbrido en el que estén conviviendo el trabajo remoto, la presencialidad y el distanciamiento. Todo con los cuidados que correspondan. En tal sentido, desde la SRT se sostiene que las tecnologías ayudan enormemente para la gestión, siempre conservando un espacio para lo presencial dado por el carácter de las audiencias médicas correspondientes.

La experiencia covid puso, para Bettiol, en evidencia la consolidación del sistema de ART como un aspiracional para aquellos que no cuentan aún con la cobertura que es muy demandada. También la federalización a la que ayudó la pandemia al poder estar más cerca de los que están más lejos, con las tecnologías. Concluye con un concepto que considera clave: “debemos cuidar al sistema que nos cuida. El sistema de seguros es un sinónimo de certidumbre, aporta a que todos estemos mejor, las empresas, los trabajadores, los que debemos producir que para que el país salga adelante”. Domínguez cerró su participación rescatando que el diálogo y los acuerdos sociales, para definir e implementar todas las cuestiones de protocolos y condiciones de trabajo, fueron fundamentales. También el trabajo conjunto con las diferentes áreas de gobierno y con las provincias para sobrellevar las circunstancia y establecer mecanismos de cuidado y control en todo el país. En su conclusión enfatizó la importancia de profundizar, ahora más que nunca, el trabajo en prevención.

El evento que convocó a 1600 prevencionistas de Argentina y países limítrofes continuó con casos de éxito y tecnología y gamificación aplicada a la generación de escenarios de trabajo seguro.

Como es habitual en el encuentro anual, se incluyen las voces y las experiencias de expertos y casos del ámbito empresarial que, en este caso, estuvieron focalizados en el manejo de un evento absolutamente disruptivo como la pandemia COVID-19.

Desde Colombia, el Dr. Manuel Pérez Viloria, Presidente de la Corporación de Salud Ocupacional de ese país, expuso sobre los “Protocolos de Bioseguridad para el retorno al trabajo”, entendiendo por tales al conjunto de normas y medidas de protección individual y colectiva aplicadas no sólo en el ámbito de trabajo sino también por fuera de la realidad laboral. Por el momento, señaló el experto, si bien sus objetivos están enfocados en los esfuerzos para combatir el COVID-19, el sistema no puede ser COVID céntrico sino antropocéntrico. En todo momento, revalidó la idea de que “la sociedad en su conjunto debe comprender que éste es un trabajo de equipo” en el que, más allá de establecer medidas de prevención y manejo del contagio, la comunicación es vital y la necesidad de contar con un Plan de Comunicación es ineludible a la hora de divulgar medidas pertinentes entre actores relevantes del sistema. Cerró su presentación con una frase de Jeff Bezos que alerta: “No podemos estar en modo supervivencia. Tenemos que estar en modo crecimiento” y allí está el gran desafío.

Gabriel Ferraro, Gerente de Seguridad y Medioambiente de Telecom, dio la versión local de las “Mejores prácticas para un retorno seguro y efectivo” ilustrando coincidencias importantes con la presentación del expositor anterior: la información y la comunicación como un eje fundamental de trabajo. Destacando que nunca se interrumpió la atención al cliente, ni la operatividad del negocio. Describió el Plan “Nos Acompañamos” y el portal de Telecom como herramientas digitales esenciales para capacitar a los colaboradores, alentar la comunicación interna y favorecer el liderazgo. “La pandemia nos deja un aprendizaje colectivo, co-constructivo, de trabajo en equipo sin fronteras entre la empresa, los gremios y los proveedores, con una invitación a la innovación permanente”, concluyó Ferraro.

El Responsable de Seguridad en Ventas de Danone, Cristian Conejeros, refirió que al ser parte de una multinacional, con origen en Europa, la filial local pudo anticiparse realizando simulacros para diferentes escenarios de la emergencia. El foco estuvo también puesto en la agilidad para entregar kits de EPP, puerta a puerta para los repositores, definir protocolos proactivos y en el aprendizaje derivado de la revisión de estadísticas y la comunicación de buenas prácticas. En este sentido, el programa #Danone te acompaña, contribuyó a dar cercanía y transmitir valores esenciales vinculados a la transformación cultural, la prevención proactiva y la comunicación inteligente. La consigna “Pienso, luego comunico” orientó la coherencia en los mensajes, el compromiso de la Dirección, la particular atención en las piezas educativas, el uso de la multicanalidad digital. En 9 meses de pandemia, sintetizó Conejeros, “Danone desarrolló 7 estándares de trabajo, brindó 663 horas de formación COVID para todos con sólo 14 casos positivos para la enfermedad en su equipo de venta”.

Mariano Focaracio, CEO de Drixit Technologies, presentó el primer EPP Digital especialmente concebido para el trabajador industrial. El dispositivo está pensado para digitalizar las reglas de oro de la empresa, garantizando su efectivo cumplimiento para lograr un nuevo estándar de seguridad que reduzca los accidentes. El dispositivo y el uso de una plataforma especial permiten monitorear y analizar operaciones, generando métricas que eviten desvíos.

Desde Mendoza, Rodolfo Giro, CEO de Interbrain, disertó sobre Entrenamiento con realidad aumentada para celulares. Lo que parecía ciencia ficción hace unos pocos años, hoy es un hecho. “La realidad aumentada y sus aplicaciones en diversos ámbitos (entretenimiento, educación, industria, medicina y comercio) y la convergencia de sistemas físicos y cibernéticos en lo que denominamos hoy la 4° revolución industrial nos abren nuevos caminos”, explicó Giro quien presentó dispositivos de última generación como los Hololens y Magic Leap y el Realware y Daqry. Estos últimos, más de uso industrial, permiten un entrenamiento “just in time” dejando las manos libres para realizar la tarea. “A estos dispositivos hay que sumarles tecnologías complementarias y sobre todo contenidos. El entrenamiento se complementa entonces con simuladores de realidad aumentada, virtual, mixta, interactiva y de gamificación”, dijo el experto, dando así el pie para la última disertación.

Al otro lado del Atlántico, en Barcelona, Cesc Garriga Pons, Chief Learning de Prevencontrol, disparó la pregunta: ¿cómo convertir a la prevención en salud en algo no aburrido? ¿cómo lograr que nuestros colaboradores se focalicen e incorporen conocimientos entreteniéndolos? Las claves en algunos consejos prácticos compartidos: clasificar a los colaboradores en 4 categorías de jugadores: killers, achievers, explorers, socializers. La clasificación nos permite, según Garriga Pons, identificar las dinámicas mentales de los trabajadores para diseñar una formación donde la diversión sea una herramienta muy potente para generar experiencias memorables y así aprendizaje. La gamificación es en este sentido una respuesta que se estructura sobre la base de la diversión, que integra el factor placer y sorpresa, montada sobre un guión en el que la narrativa produce sensaciones. La gamificación está orientada entonces a aplicar dinámicas y mecánicas de juego a entornos no lúdicos. El especialista compartió varios ejemplos de aplicaciones desarrolladas para diversas compañías y recomendó la creación de un campus virtual, como clave para la estrategia de formación.