La irrupción del Coronavirus produjo cambios de hábitos y de consumo en la sociedad, lo cual implicó profundas modificaciones en el rubro asegurador, que cambiaron la agenda, propiciaron el crecimiento de la conciencia aseguradora y de la necesidad de contar con una protección ante el acaecimiento de cualquier desgracia. A raíz de esto, muchas empresas del sector han ideado y creado productos acordes a las nuevas necesidades de la sociedad en estos tiempos de Covid-19. Si bien algunas coberturas sufrieron bajas importantes, hay ramas que resultaron favorecidas por el surgimiento de esta pandemia, en especial los seguros de personas, tales como vida y salud, los seguros de D&O, y también los seguros de ciberseguridad, apalancados principalmente por el auge del teletrabajo a nivel general.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez

Covid-19

La llegada del Covid 19 modificó sustancialmente la vida cotidiana de las sociedades del mundo entero. Acciones o hábitos que antes nos parecían tan normales que casi no los percibíamos, situaciones de la vida diaria que realizábamos casi automáticamente, se transformaron de un día para el otro en algo imposible de realizar, en un anhelo de algún día poder volver a esos tiempos.
Caminar tranquilo por la calle, salir de viaje, tomar un transporte público para llegar o volver del trabajo, ir al cine, al teatro, disfrutar de unas merecidas vacaciones, compartir reuniones con amigos y familiares, se transformaron de pronto en consultas de hisopados, períodos de cuarentena, uso de barbijos y máscaras, restricciones, limitaciones, sensación de miedo o angustia, uso diario de terminologías tales como sistema de salud saturado, aislamiento, distancia social y, más recientemente, largas explicaciones y consultas sobre la aplicación de la vacuna rusa, china, de Oxford, entre otras.
Pero, sin duda alguna, una de las principales modificaciones a la que debimos adaptarnos con la llegada del coronavirus tuvo y tiene que ver con la forma de llevar a cabo las tareas laborales y cómo ello se conjuga con la inexistencia de clases presenciales que vivimos el año pasado y esta combinación de presencialidad y clases on line que estamos atravesando actualmente.

Home working

Si bien el tema del home working es una práctica que varias empresas habían comenzado a llevar a cabo en sectores muy puntuales de su estructura previo a la pandemia, principalmente aquéllos que no tuvieran atención al público y sólo algunos días a la semana como una prueba piloto, inmediatamente se transformó en una realidad para todos los niveles de la estructura, ya no importaba si atendían al público, si se tornaba necesario estar físicamente en la empresa o si había reuniones. De pronto, todo pasó a realizarse desde el hogar. Ello implicó una implosión dentro de las diferentes estructuras familiares. La necesidad de tener un lugar disponible dentro de la vivienda donde poder desarrollar la actividad laboral con tranquilidad, la dinámica con los hijos que pasaron de ir al colegio todos los días mañana y tarde a estar en casa las 24 horas del día, debiendo cumplir además con las clases on line y las tareas virtuales que para muchos padres representó la imposibilidad de contar con una computadora en esos horarios, el desarrollo urgente de aplicaciones que permitieran la realización de reuniones de trabajo o clases virtuales que suplantaran la reunión en diferentes ámbitos. Este fue, sin duda alguna, el principal impacto de la pandemia, en términos sociales. Realmente, adaptarse a esta nueva realidad fue -y sigue siendo- un verdadero desafío.

Economía y Salud

Desde el punto de vista económico, la realidad es aún peor. Miles de pequeñas y medianas empresas que no lograron superar la crisis y debieron cerrar sus puertas, multinacionales que decidieron irse del país, aumento exponencial de la pobreza, crecimiento de la demanda de comida en comedores y diferentes barrios, aumento de la desocupación producto del cierre de empresas, entre otras situaciones particulares que las familias debieron afrontar.
La situación sanitaria estuvo en varias oportunidades al borde del colapso, con profesionales de la salud trabajando día y noche para atender a los enfermos, terapias intensivas desbordadas en diferentes puntos del país, contagios masivos, y vivencias que quedarán como una marca del año 2020, sin duda alguna.
Todos estos cambios que las sociedades a nivel mundial debieron afrontar, provocaron también un cambio de eje en la valoración de las necesidades que todo ser humano tiene durante su vida. La salud pasó a ser el tema central de todo núcleo familiar, por encima de los bienes materiales, sin importar la clase social de la que hablemos. Si esta situación la representamos en el mercado asegurador, explica el aumento exponencial en las consultas sobre seguros de vida y salud y la merma en las coberturas de seguros patrimoniales, tales como el vehículo y la propiedad.

Seguros

En el comienzo de la pandemia, sufrieron un gran aumento las consultas sobre seguros de eventos que ya habían sido contratados, tales como seguros de viajes, cancelación, fiestas, lo que fue mermando con el transcurso de los meses, hasta llegar a un nivel casi nulo como fue a mediados del año 2020, lógicamente por la imposibilidad de llevarlos a cabo.

Otro reclamo que creció fuertemente también durante la pandemia consistió en el pedido de descuentos y bonificaciones para los seguros de automóviles. La imposibilidad de concurrir al trabajo en forma presencial y la menor circulación de gente en la calle, provocó que los automóviles permanecieran días y días dentro de sus casas, garajes o bien estacionados en la calle. Ello se trasladó al mercado en una baja de la siniestralidad de casi el 70% en el ramo automotor, lo que inmediatamente generó un pedido de los asegurados de cancelación de pólizas o descuentos en las mismas. Ante esta nueva realidad, las compañías de seguros realizaron importantísimos descuentos en las pólizas de autos que, en algunos casos, alcanzaron el 50%, a los fines de mantener su cartera de clientes.

Los seguros de Accidentes de Riesgos del Trabajo sufrieron también una merma importantísima, debido sobre todo a la pérdida de miles de puestos de trabajo que se suscitó durante la pandemia, acelerada también por el dictado del decreto 367/2020, que consideró al Covid 19 como una enfermedad profesional, lo que obligó a las empresas de ART a asumir la cobertura de los casos de Covid 19 que se presentaran en las diferentes firmas aseguradas.

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Los seguros relacionados con el ocio y la distracción, como los seguros de viajes, cancelación de eventos, entre otros, sufrieron también una baja importantísima, la que probablemente se mantendrá durante este período si llega a surgir una nueva ola de este virus. Aunque, a medida que la posibilidad de realizar viajes se vaya materializando, es probable que este segmento experimente un importante crecimiento, sobre todo por el temor de los viajantes de contraer el virus estando en otra provincia, y mucho más si hablamos de destinos en el exterior del país. Incluso en algunos países se impuso la exigencia de contratar un seguro médico como condición para poder ingresar al mismo.

Sin embargo, no todas son malas noticias para el sector. Así como detallamos los seguros que sufrieron las bajas más importantes, por la pérdida en su razón de uso, o bien por la necesidad de la sociedad de reducir gastos y los problemas económicos que acechan al mundo entero, hay ramas que han resultado muy favorecidas por el surgimiento de esta pandemia, ellas son en general los seguros de personas, tales como vida y salud, los seguros de responsabilidad de D&O, y también los seguros de ciberseguridad, apalancados principalmente por el surgimiento del teletrabajo a nivel general.

El seguro depende de la capacidad de las personas para percibir la proximidad del riesgo, algo que esta pandemia ha logrado, en mi opinión, en toda la sociedad. El surgimiento de la pandemia hace que la gente sea mucho más consciente de su finitud y del hecho de que pueden morir antes de lo planificado. Todo ello generó un gran crecimiento en las consultas por coberturas de vida y salud. Según información brindada por la empresa de seguros de vida Metlife, el interés por los seguros de cobertura para las personas, tanto de vida como de vida con ahorro creció un 40% en el tercer trimestre de 2020 en comparación con el primer trimestre y un 25% en comparación con el segundo. Estos datos se desprendieron de un análisis de la performance del área comercial de MetLife Argentina que muestra un fuerte incremento en las consultas y contrataciones de distintos servicios de protección a largo plazo. Adicionalmente, la compañía observó que, dados los nuevos hábitos de consumo y la predominancia en contexto de pandemia del modelo de venta virtual, la demanda por estos tipos de seguros a través de canales digitales se incrementó un 40% en 17 provincias del país entre abril y noviembre de 2020, en comparación con el mismo periodo del año anterior. «A lo largo de todo el año pasado, se advirtió un interés creciente y sostenido por las coberturas de vida sobre todo a partir de mitad de año. La incertidumbre que generó la pandemia hizo que cada vez más personas priorizaran construir un primer marco de protección o previsión, o bien sostener y mantener los ya adquiridos, para asegurar el futuro de sus seres queridos y poder hacer frente a situaciones imprevistas», afirmó Alejandro Quarleri, Director de Agencias en MetLife Argentina.

Los Seguros de Directores y Ejecutivos, comúnmente conocidos como seguros D&O, se espera que experimenten un gran crecimiento sobre todo debido a que muchos directores y ejecutivos de empresas han tenido que tomar decisiones de relevancia en tiempos de crisis: si van o no a retomar sus actividades, todo lo relativo a las medidas de protección del personal para evitar los contagios, nuevas estrategias de venta, despido de parte del personal, readecuación de la empresa a la nueva realidad. Ni hablar si se trata de empresas en estado de quiebra, donde el riesgo es aún mayor.

El teletrabajo trasladó todos los sistemas de las empresas, el movimiento de datos personales que circulan en la red, a los hogares particulares de cada empleado. Ello implicó desde ya un nivel altísimo de vulnerabilidad de los diferentes sistemas. Recordemos que el riesgo de ciberataque y fuga de datos, existe para cualquier empresa de cualquier tamaño. En la actualidad, los delitos informáticos no son únicamente una preocupación de las grandes multinacionales, las pymes también advierten que su negocio es más vulnerable al operar de forma online. El aumento en la incidencia de ciberataques se dio principalmente debido a:
• Incremento de los ciberataques. El teletrabajo no ha pasado desapercibido para los ciberdelincuentes, quienes intentan por todos los medios posibles robar datos o infiltrarse en las redes corporativas.
• Mayor uso de la nube. Este último año, debido al home working, ha aumentado el uso de servicios cloud por parte de las empresas (el 68% de las empresas utiliza dos o más proveedores de nube).
• Aumento de dispositivos móviles. Con la implementación del teletrabajo, muchos dispositivos móviles se han sumado a las redes corporativas.
• Más ciberataques sofisticados. En 2020, los ciberataques sofisticados contra el teletrabajo se incrementaron un 50%. Y según un informe de Trend Micro, el trabajo remoto será objeto de ataques despiadados en 2021. Estas informaciones advierten a las empresas sobre la necesidad de proteger los puestos de trabajo deslocalizados contra ciberataques avanzados.
Si bien los rubros de salud, vida, D&O y ciberseguridad, fueron y serán los más buscados durante esta época de pandemia, existen otros ramos que también se vieron beneficiados por las nuevas imposiciones de salud.

El no uso del transporte público, generó un aumento exponencial de la utilización de otros medios de transporte, tales como la bicicleta, los monopatines eléctricos, entre otros. Debido al crecimiento de la demanda de estos medios de movilidad, el precio de compra de los mismos, se elevó considerablemente. Ello provocó que muchos de los propietarios de esos bienes, optaran por la posibilidad de contratar un seguro que los protegiera en caso de robo.
La misma situación se dio con los equipos electrónicos, tales como, celulares, notebooks, entre otros, que debido a una mayor circulación en la calle en estos últimos tiempos, donde las restricciones no son tan fuertes, aumentó el riesgo de robo, lo que motivó que mucha gente consultara para asegurarlos.
Todos estos cambios de hábitos en las sociedades, produjeron profundos cambios en el rubro asegurador, cambiaron la agenda, propiciaron el crecimiento de la conciencia aseguradora y de la necesidad de contar con una protección ante el acaecimiento de cualquier desgracia, que esta pandemia vislumbra como más cercano. Muchas empresas del sector han ideado y creado productos acordes a las nuevas necesidades, que brindan la protección que la sociedad necesita en estos tiempos de coronavirus.