Los siniestros de tránsito en la Argentina son la primera causa de muerte en menores de 35 años y la tercera sobre la totalidad de la población. Durante el año 2021, los fallecidos a causa de accidentes de tránsito alcanzaron las 3.866 personas, a razón de entre 10 y 11 personas por día. El 80% de los choques se produce por falta de atención del conductor dentro de los tres segundos previos al accidente, y al menos a 1 de cada 4 personas involucradas en accidentes viales, se les detecta algún grado de alcohol en sangre.
Escribe Dra. Gabriela Álvarez

Las víctimas fatales de accidentes de tránsito en nuestro país pueden equipararse a la caída de un avión con 130 pasajeros por semana.
Si lo mencionamos en esos términos, claramente hablamos de cifras alarmantes, las cuales en muchos casos pasan desapercibidas debido a que, lamentablemente, nos acostumbramos a escuchar noticias de estas características todos los días, lo que pareciera transformarlas en cuestiones menos relevantes.
Recientemente, el día domingo 22 de mayo pasado, una joven madre y su hijo de 2 años perdieron la vida en la ciudad pampeana de General Pico cuando, por esquivar a un perro, la moto en la que viajaban cayó al asfalto y fue atropellada por un camión con acoplado. En la moto circulaban cuatro personas, dos menores y dos adultos.
El día domingo 15 de mayo, dos jóvenes de 23 y 15 años circulaban por la noche junto a otras cuatro personas a bordo de un vehículo Ford Ka blanco, el cual recibió de lleno el impacto de un BMW M3 negro que circulaba a 150 kilómetros por hora. Al momento de realizar las pericias de rigor, más precisamente el examen de alcoholemia, se detectó que el conductor del BMW poseía 0,51 gramos de alcohol por litro de sangre.
Noticias como estas forman parte ya de nuestra vida cotidiana y no tomamos en cuenta la importancia del tema, quizás porque las muertes se van produciendo de a una, dos o tres; quizás porque se los considera lejanos y difícilmente al subir a nuestro vehículo nos representamos la posibilidad de que tengamos un accidente, cuestión totalmente opuesta a cuando nos subimos a un avión que está a punto de despegar.

Sin embargo, los siniestros de tránsito en la Argentina son la primera causa de muerte en menores de 35 años y la tercera sobre la totalidad de la población. Durante el año 2021, los fallecidos a causa de accidentes de tránsito alcanzaron las 3.866 personas, a razón de entre 10 y 11 personas por día.

¿Por qué chocamos?

Si hablamos de las causas que provocan los accidentes de tránsito, al contrario de lo que muchos piensan, el 93% de los accidentes están causados fundamentalmente por errores humanos, mientras que el 7% restante se atribuye al camino y al vehículo. Como dato clave, el 80% de los choques se produce por falta de atención del conductor dentro de los tres segundos previos al accidente.
Si bien lo cierto es que al momento de los hechos, se suelen escuchar las explicaciones y justificaciones más insólitas, todas ellas valederas para tratar de echarle la culpa a otro, rara vez logramos analizar objetivamente nuestra participación en el siniestro vial.
Dentro de las principales causas que dan origen a la ocurrencia de un accidente de tránsito, podemos destacar las siguientes:

• EXCESO DE VELOCIDAD
Es una de las principales causas de ocurrencia de un accidente de tránsito que termina con la muerte de los involucrados. Muchos conductores consideran que circular a 120 km/h constituye una velocidad media, desconociendo detalles tales como que circular a más de 90 Km/h provoca que un vehículo sea cada vez menos gobernable. Por otra parte, a mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo y, de no lograrlo, más graves serán las consecuencias de la colisión, más allá de cualquier falla mecánica, el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino. Las horas nocturnas, el clima de lluvia y neblina, son cuestiones no menores a la hora de evaluar si nos conviene salir -o no- a la ruta.

• ALCOHOL AL VOLANTE
Otra de las causas fundamentales a la hora de analizar la mortalidad en accidentes de tránsito, está constituida por el consumo de alcohol a la hora de ponerse a cargo de la conducción de un vehículo y también a la falsa creencia de que beber alcohol en bajas cantidades no afecta en nada el desarrollo de la conducción.

Queda demostrado que no hace falta estar «borracho» para que nuestra visión y reflejos necesarios para estar a cargo de un vehículo se vean seriamente afectados; un sólo vaso de vino, cerveza o whisky, limita la capacidad de conducción. Lo cierto es que las bebidas alcohólicas provocan que nuestras respuestas, maniobras y reacciones, ante cualquier eventualidad del tránsito, se tornen torpes y lentas, embota los sentidos disminuyendo la capacidad de atención normal, genera una falsa sensación de seguridad que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito.
Tengamos en cuenta que al menos a una de cada cuatro personas involucradas en accidentes viales, se les detecta algún grado de alcohol en sangre.

• CELULAR AL VOLANTE
Desde hace ya varios años hasta la actualidad, la ciencia viene estudiando las limitaciones de nuestro cerebro para realizar con atención dos tareas a la vez. Investigaciones internacionales recientes han concluido que tan sólo el hecho de caminar hablando por teléfono se vuelve peligroso, a la hora sobre todo de cruzar una calle, puesto que los peatones distraídos en la conversación que van manteniendo por teléfono muchas veces olvidan mirar el tránsito circundante. Si resulta peligroso a la hora de circular caminando, imaginemos lo que ello podría provocar si se trata de conducir un vehículo mientras hablamos por teléfono.
Tal como informó la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS), 5 segundos mirando el celular implican 175 metros sin ver el camino.

 

El Sueño, el Gran Enemigo

Conducir en horas nocturnas, por lugares como rutas donde se maneja a elevadas velocidades, es ya un clásico de la época de vacaciones, debido a la temperatura más baja, las ganas de aprovechar al máximo el tiempo, y la existencia de un caudal menor de tránsito, entre otras. Sin embargo ¿sabemos que viajar de noche triplica el riesgo de muerte?
El sueño es inevitable y, en el mejor de los casos, disminuye en gran medida los reflejos y la capacidad de reacción. El ritmo biológico normal de cada persona tiene que ver con estar despierto de día y dormido de noche por lo general, por ende la alteración de dichas costumbres se agrava mucho más si no hubo descanso o si se trabajó durante todo el día. Por otro lado, la imposibilidad de ver hacia afuera, al paisaje monótono, vehículos sin luces encendidas y encandilamiento, son factores que se agregan a la hora de evaluar la conducción en horarios nocturnos.

Respeto de las normas de tránsito y distancias reglamentarias

El respeto de las normas de tránsito y señalizaciones disminuye en gran medida la posibilidad de colisión. El respeto por los semáforos, carteles de ‘Pare’ o ‘Ceda el paso’, evitan gran cantidad de choques producidos en las intersecciones que, muchas veces, pueden ser mortales o provocar lesiones de alta gravedad.

Según una encuesta realizada por la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito de la República Argentina (CECAITRA), realizada en el mes de Abril de este año y respecto de la distancia de dos segundos que debe mantenerse al circular por autopistas para con el vehículo de adelante, el 91% de los entrevistados respondió que no la respeta (el 60% que no lo hace nunca y el 31% casi nunca), y el 9% respondió que sí lo hace.

En base a la encuesta realizada por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), 8 de cada 10 vehículos no respetan la distancia reglamentaria.

Un relevamiento realizado por las firmas Autopistas del Sol y del Oeste, mostró que el 90% de los accidentes que tienen lugar en las mismas son provocados por la falta de distancia entre vehículos. Cuando se transita a 100 km/h, el vehículo recorre 30 metros por segundo, por lo que un recorrido de 2 segundos significa 60 metros de distancia de seguimiento entre vehículos, que equivalen a una extensión de dos canchas de tenis. En tanto, los cinco segundos de distancia recomendados representan una cancha de fútbol profesional. Queda claro que multiplica las chances de evitar riesgos innecesarios.

Desde ya que mantener distancia resulta clave, pero mucho más si tenemos en cuenta que chocar a 100 km/h genera las mismas consecuencias que caer desde un piso 13°. Resulta demás mencionar que la distancia deberá incrementarse si el conductor reconoce que su salud, su edad, el estado del vehículo, el tipo de carga, la visibilidad existente, el clima, las condiciones de la vía y/o la densidad del tránsito pueden hacer que no tenga siempre el total dominio de su vehículo. Las fallas más comunes en la conducción están dadas por: la invasión de carril (44,2%), la distracción (14%) y la maniobra abrupta (10%). Pero también se registraron, velocidades indebidas (9%), no respetar la señalización (6,9%), no respetar la prioridad de paso (6,5%), distancia de seguimiento inadecuada (5,2%), cansancio (2,7%), entre otros.

La siniestralidad argentina en números

Según el relevamiento realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) durante el año 2021 (ver gráficos), podemos destacar los siguientes puntos fundamentales:

• La mitad de los siniestros ocurren en rutas, con mayor peso de las rutas nacionales, 6 de cada 10 siniestros fatales se deben a una colisión.
• En cuanto al perfil de las víctimas fatales, el sexo masculino cuadriplica al de mujeres fallecidas; las principales víctimas son personas de entre 15 y 34 años; el 46% de los accidentes están protagonizados por motos.

 

Conducción Segura

El acto de conducir implica de por sí una acción compleja, que requiere no sólo la técnica que significa el aprender a conducir en sí misma, sino también un óptimo estado físico y psicológico, que nos permita una correcta apreciación del medio que nos rodea junto con la toma de conciencia de los riesgos potenciales que implica el hecho de estar a cargo de un vehículo. Según el informe de la fundación Luchemos por la Vida, «un conductor seguro no es aquél que simplemente sabe manejar, en tanto domina su vehículo y sabe maniobrar con él. Un conductor seguro es aquél que conduce su vehículo de tal modo que no sufre ni causa accidentes».

Un conductor seguro debe conocer y respetar las normas y señales de tránsito, estar siempre atento y alerta acerca de lo que hacen los demás en la vía pública, utilizar el cinturón de seguridad y todas las medidas de prevención dentro del habitáculo. Si hablamos de conductores de motos o bicicletas, la utilización de luces, elementos reflectantes y casco protector se tornan fundamentales.

Día de la Seguridad Vial

El 10 de Junio se conmemora el Día Nacional de la Seguridad Vial, como una fecha de reflexión tendiente a concientizar acerca de la importancia de la prevención de los accidentes de tránsito. Dicha fecha hace alusión al 10 de junio de 1945, momento en el cual se cambió el sentido de las manos de tránsito: antes de ese día, regía la norma que ordenaba el sentido del tránsito por la mano izquierda, y se cambió a la derecha, algo generalizado hoy en la mayoría de los países.