Alimentar a las crecientes poblaciones humanas siempre ha sido un desafío. Una mayor productividad agrícola ya no es el único objetivo. La motivación detrás de las prácticas agrícolas “climáticamente inteligentes” y “regenerativas” es alimentar a más personas de manera sostenible, evitando el agotamiento de los recursos, la contaminación ambiental y las emisiones adicionales de gases de efecto invernadero. ¿Cómo puede contribuir el seguro?

Las emisiones de los sistemas alimentarios mundiales (16 500 millones de toneladas métricas de GEI en 2019) representan alrededor del 31% del total de las emisiones inducidas por el hombre. Hemos visto grupos de consumidores cambiar a alimentos más sostenibles, como productos de origen vegetal o de origen local. Sin embargo, se espera que el consumo mundial de carne y alimentos ricos en proteínas aumente en los próximos años. El desafío para la agricultura es mejorar la productividad para alimentar a más personas y, al mismo tiempo, reducir las emisiones.

Más allá del monocultivo

El uso desenfrenado de monocultivos y productos químicos industriales está siendo cuestionado, a medida que se acelera el cambio hacia prácticas sostenibles en la agricultura comercial a gran escala y en pequeña escala. La transición a una agricultura climáticamente inteligente y regenerativa puede generar múltiples beneficios, como una mejor salud del suelo y la biodiversidad del ecosistema, cultivos resistentes al clima y, en etapas posteriores, mayores márgenes de beneficio.

La agricultura climáticamente inteligente fomenta la biodiversidad y reduce la dependencia de la producción de fertilizantes que dependen de los combustibles fósiles, cuya producción y uso representan actualmente el 2,4% de las emisiones globales. La gestión activa de las tierras de cultivo, como el cultivo intercalado con plantas que capturan nitrógeno o el uso de fertilizantes biológicos (p. ej., con la ayuda de bacterias), maximiza la capacidad de los suelos para absorber y retener más nitrógeno, lo que reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Al mismo tiempo, los ciclos de producción más lentos y garantizar una combinación adecuada de cultivos presentan desafíos que deben gestionarse. Las soluciones basadas en avances tecnológicos y datos como la agricultura de precisión, el despliegue de robots y el uso de drones permiten tomar decisiones de gestión agrícola más eficientes y refinadas.

Agricultura y seguros climáticamente inteligentes

Las aseguradoras pueden desempeñar un papel vital en la adopción y escalamiento más rápidos de prácticas agrícolas sostenibles al ofrecer soluciones de cobertura más adecuadas. Pueden ofrecer una cobertura asequible en caso de mala cosecha y también apoyo para la prevención de riesgos. Esto ayudará a que la agricultura climáticamente inteligente y regenerativa gane tracción, incluso eliminando el riesgo de la inversión inicial que a menudo se requiere y mitigando la posible caída en el rendimiento mientras los suelos se ajustan y las prácticas se estabilizan.

No todos los agricultores tienen suficiente capital financiero o humano, o incluso tienen acceso a Internet, necesario para implementar nuevas tecnologías para obtener mejores resultados. Con este fin, la agricultura a pequeña escala puede ser atendida por esquemas de microseguros que ofrecen coberturas paramétricas que mitigan los gastos generales operativos.

En términos más generales, la transferencia de riesgos financieros en forma de seguro puede permitir inversiones a largo plazo, lo que ayuda a impulsar la transformación de las prácticas. La innovación en seguros radica en ayudar al sector agrícola a optimizar los rendimientos: el mayor rendimiento posible con los mínimos insumos. La industria de seguros debe ayudar a los agricultores a adherirse a los procedimientos de medición, informe y verificación (MRV) alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y también con los requisitos de certificación de agricultura de carbono y etiquetado de alimentos. Estas medidas pueden apoyar la transición a largo plazo hacia comunidades agrícolas sostenibles y resilientes.

Fuente: Sonar 2022 – Swiss Re Institute