Según un informe difundido por el Grupo Atradius, uno de los aseguradores de crédito más grandes del mundo y accionista de InSur, los pronósticos indican que la economía mundial se encuentra ante el reto de un escenario de bajo crecimiento y alta inflación. La inflación que ya estaba subiendo en 2021 por el aumento en la demanda del consumo, se vio exacerbada por los bloqueos ocasionados por el coronavirus en China y por la guerra en Ucrania. A pesar de que el crecimiento del PIB mundial se recuperó al 5,9% en 2021, las proyecciones señalan que disminuirán al 3,1% en 2022, ya que la inflación está contrayendo el consumo y los problemas en las cadenas de suministro están limitando el comercio. Para 2023, se espera que la desaceleración continúe y el crecimiento llegue hasta el 3,0%.

El informe proyecta que la inflación global se dispare a 7,6% en 2022, aunque caerá a 3,8% en 2023. La inflación se incrementó por un aumento en la demanda de suministros a medida que disminuían las restricciones por el coronavirus. Desde entonces, la guerra en Ucrania exacerbó la inflación ya que los productos básicos mundiales, en particular el combustible y el trigo, experimentaron escasez y nuevos aumentos de precios. Frente a esta situación, los bancos centrales están elevando agresivamente las tasas de interés para combatir la inflación y normalizar la política monetaria tras la pandemia.

Aunque el comercio mundial mostraba signos de crecimiento a principios de 2022, la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones subsiguientes interrumpieron este incremento por completo. Además, China mantiene una política de tolerancia cero que implica cierres a gran escala ante un número reducido de casos, como el confinamiento ya vivido en Shanghái durante dos meses que ha provocado una fuerte alteración de la cadena de valor, y contribuyeron a estancar el comercio a nivel mundial. En general, se espera que el crecimiento del PIB en las economías avanzadas se desacelere a 2,7% en 2022 y 2,1% en 2023.

El informe pronostica que el crecimiento del PIB en los mercados emergentes se reducirá casi a la mitad en 2022 a 3,5%, por debajo del 6,9% registrado en 2021. Estos mercados también están sintiendo la presión de los cuellos de botella en la cadena de suministro y la inflación, pero debido a las tasas de vacunación más bajas, también corren un mayor riesgo de nuevos brotes de coronavirus.

La continuación de la guerra en Ucrania implicaría un riesgo clave ya que, podría conducir a una disminución del 1,7% del crecimiento del PIB para fines de 2022. Y todas las regiones se verían afectadas por la escasez, el aumento de los precios de las materias primas y la inestabilidad política, siendo Europa de las más afectadas.