
En los últimos días del año, se van cerrando los balances y podemos ver con perspectiva el recorrido anual del sector asegurador en todas sus dimensiones. Para dialogar sobre estos temas, convocamos a Julián García, Director Ejecutivo de ADIRA; Rosana Ibarrart, Presidente de la AACMS, y a Facundo Elizalde, Presidente de la Cámara Insurtech Argentina. Juntos, trazaron un panorama sobre la evolución del mercado asegurador, la solvencia, la litigiosidad y otras variables.
Escribe Lic. Aníbal Cejas
La solvencia, la digitalización y la litigiosidad son los principales desafíos que enfrenta el mercado asegurador.
Al respecto, Julián García, Director Ejecutivo de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA), reflexionó: «A lo largo del 2024, la economía de nuestro país ha vivido cambios de una profundidad inédita, cuyas consecuencias han establecido y están generando un cambio en las reglas de juego de los mercados.
Los efectos devastadores de una inflación desmadrada con la que transitamos el 2023 y los comienzos del 2024 tuvieron consecuencias negativas sobre la producción del mercado. Los ajustes de tarifas a lo largo del año, fueron insuficientes y siempre ex post respecto al incremento de los valores siniestrales», señaló.
Y continuó: «Una marcada diferencia se comenzó a experimentar a partir de mitad de año, cuando los índices inflacionarios comenzaron a reducirse hacia valores más gestionables, aunque aun elevados en una economía estable.
Este proceso de reducción de la inflación implica una mejor relación de tarifas en relación a los costos operativos. Además, la incipiente reactivación de las ventas de automóviles y otros parámetros de la actividad económica que van estabilizando su comportamiento, permiten augurar que lo peor ya ha pasado».
Luego, la Presidente de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros (AACMS), Rosana Ibarrart, afirmó: «Durante el primer semestre de 2024, el mercado experimentó una mayor incertidumbre provocada por las condiciones políticas y económicas que generaron las elecciones presidenciales. Esta incertidumbre afectó tanto a la oferta como a la demanda de seguros.
Sin embargo, a medida que transcurría el 2024, las aseguradoras lograron ajustar sus tarifas a la inflación y adaptarse a los cambios del mercado, lo que provocó que en el segundo semestre aparecieran señales de estabilización.
En el segundo semestre, si bien la inflación tuvo una merma considerable, continuó siendo un reto para las aseguradoras, que lograron mantener un crecimiento sostenido en sus ingresos, especialmente debido a los ajustes de precios y la adaptación de productos a las necesidades cambiantes de los consumidores.
En términos generales, el segundo semestre de 2024 mostró una mejor performance en comparación con el primero, impulsado por un leve repunte en la confianza económica y el ajuste de los precios de los seguros», concluyó.
Más adelante, Facundo Elizalde, Presidente de la Cámara Insurtech Argentina, expresó: «El sector insurtech argentino ha mostrado una notable resiliencia durante el primer trimestre de 2024, adaptándose a un contexto macroeconómico muy desafiante.
La industria ha implementado estrategias innovadoras para mantener su competitividad frente a la inflación. Entre las mismas se incluye el desarrollo de herramientas para la actualización dinámica de sumas aseguradas; la implementación de modelos de microseguros con mayor accesibilidad; el uso de la automatización de procesos para optimizar los costos operativos; y la diversificación de carteras y desarrollo de nuevos nichos de mercado».



Rosana Ibarrart, Presidente de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros (AACMS); Julián García, Director Ejecutivo de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA); Facundo Elizalde, Presidente de la Cámara Insurtech Argentina.
Solvencia
El siguiente aspecto puesto en cuestión fue la solvencia. Gran tema de este año, y de muchos otros atrás también, por qué no.
Durante 2024, la nueva gestión de la SSN estuvo muy activa en la implementación de medidas cautelares frente a déficit de capital detectados en los balances trimestrales.
Sobre el particular, García comentó: «Las variables macroeconómicas afectaron el comportamiento de todos los actores de los mercados, y la incertidumbre dificultó sobremanera la toma de decisiones en escenarios de cambios tan significativos.
Es indiscutible que la solvencia del sector no escapa a las consecuencias de las generales de la ley.
A partir del reordenamiento de los precios del mercado, la estabilización de los rendimientos financieros, las depuraciones de carteras, etcétera, se deberían ir adecuando los índices de solvencia de las compañías. Es indiscutible que habrá fuertes ajustes y que varios actores del mercado asegurador sufrirán consecuencias».
En ese sentido, Ibarrart resaltó la capacidad de adaptación que ha mostrado el mercado asegurador en la última década, frente a los distintos escenarios que se han presentado: «Atravesó una pandemia con éxito, y ha sabido adaptarse a los contextos de alta volatilidad económica y cambios abruptos del contexto macroeconómico.
El poder de resiliencia que posee el mercado ha demostrado la versatilidad para actuar ante contextos cambiantes.
En el mismo sentido, el camino hacia una consolidación de la estabilidad macroeconómica plantea nuevos desafíos para todos los actores del mercado.
En este escenario dependerá de la capacidad que logremos para repensar algunas variables del negocio, de implementar estrategias de inversión más diversificadas, de modernizar las herramientas de gestión de riesgos y adaptarse a los cambios regulatorios», determinó.
Virtual
Por su parte, Elizalde observó una gran disparidad en cuanto al grado de avance de cada tipo de tecnología y su adopción por parte de los distintos perfiles de aseguradoras. Sin embargo, señaló un punto en común positivo: «El mercado tiene hoy conciencia sobre la necesidad de adopción de nuevas tecnologías en búsqueda de la eficiencia y de cubrir la alta demanda de mejores servicios por parte de los asegurados. A partir de ello, van tomando acción en consecuencia».
Dentro de los avances que se observan, Elizalde destacó algunos, los cuales dividió en back y front end.
Respecto al back end, hay una creciente implementación de sistemas core modernos basados en la nube. También se están adoptando arquitecturas API-first que permiten mayor flexibilidad e integración, y se están desarrollando data lakes y herramientas de análisis predictivo.
Además, resalta la automatización de procesos de suscripción y gestión de siniestros.
En cuanto al front end, Elizalde observó que ha aumentado el desarrollo de aplicaciones móviles con funcionalidades completas para clientes. Además, aumenta cada vez más la implementación de chatbots y asistentes virtuales para atención al cliente, así como también los portales de autogestión para clientes con capacidades transaccionales. Unido a esto, se observó una mayor integración de sistemas de pago digitales y billeteras virtuales.

PAS y digitalización
A veces pareciera que la era digital avanza sobre la dimensión humana de forma absoluta. Sin embargo, en lo que refiere a los actores del mercado asegurador, el rol del PAS sigue tan vigente e incluso adquiere mayor relevancia.
En ese sentido, Ibarrart dijo: «El productor asesor de seguros es el principal canal de comercialización y asesoramiento que tiene el mercado, lo que indudablemente denota su importancia tanto en la venta como en el servicio post-venta del cliente.
Esto es producto de la atención personalizada que el productor tiene con cada uno de sus asegurados, lo cual le otorga un valor que no puede ser reemplazado con otro medio de comercialización o atención.
Todo esto ha quedado demostrado en los últimos tiempos donde el productor ha sido el que ha estado en contacto permanente con las necesidades de los clientes (pandemia, inflación, falta de insumos, y más).
Ahora bien, sin grandes inversiones, hoy el productor asesor tiene la posibilidad de acceder a diversas tecnologías que le pueden brindar una mejora importante en sus procesos internos. El análisis de datos, las habilidades técnicas y de comunicación digital, junto al valor que representa su profesionalidad, le ofrece la oportunidad de mejorar sustancialmente la experiencia de sus clientes».
A esto, Elizalde sumó: «Aunque falta mucho por hacer para que la mayoría de los PAS se vuelque al uso de tecnología, el nivel de digitalización de los Productores Asesores de Seguros (PAS) ha experimentado una evolución significativa, caracterizada por:
• Adopción de plataformas CRM específicas para la gestión de carteras.
• Utilización de herramientas de cotización en tiempo real.
• Implementación de firmas digitales y documentación electrónica.
• Desarrollo de presencia en redes sociales y marketing digital.
• Capacitación continua en nuevas tecnologías y herramientas digitales».
A continuación, intervino García: «Debemos todos comprender que las herramientas digitales son solo eso, herramientas, que facilitan los procesos de gestión, aceleran el flujo de información, simplifican el vínculo entre clientes y Compañías.
Los PAS son y serán siempre la cara visible frente a los asegurados.
La era digital, teniendo en cuenta los factores expresados, permite que el productor se enfoque con más profundidad y profesionalidad en su función de asesoramiento a los clientes y desarrollo de la conciencia aseguradora al mercado. Es necesario palpar el pulso de los asegurados y de las tendencias de la actividad económica para sugerir y demandar nuevos y mejores productos.
Podemos afirmar que la «A» de asesor de los PAS, debe primar sobre la «P» de productor en un mundo de cambios cada vez más vertiginosos y demandantes».

Siniestralidad y litigiosidad
Respecto a estos dos aspectos, García comentó: «La siniestralidad del mercado ha evolucionado en forma variada de acuerdo a las distintas ramas.
La recesión y caída de la actividad a lo largo de casi todo el año 2024 ha hecho que no se presentaran variaciones significativas en los volúmenes de siniestros, aunque sí ha habido una afectación significativa de los valores de los repuestos, muy por arriba del IPC.
Ello se puso de manifiesto en los costos de indemnización. A pesar de ello, el mercado en general respondió a la cobertura de los siniestros».
En cuanto a la litigiosidad, contó que está afectando seriamente a la estabilidad del mercado asegurador, en particular a los Riesgos de Trabajo, donde existen fallos judiciales que establecen montos indemnizatorios y/o tasas de actualización muy por arriba de la inflación y de la razonabilidad del daño que se desea indemnizar.
Y compartió: «Hemos iniciado a través del Comité Asegurador Argentino, que nuclea a todas las Cámaras del sector, una acción de comunicación y relacionamiento con los Poderes Judiciales de la Nación y de las Provincias a fin de concientizar lo improcedente de muchos fallos. También se ha sumado el CIDeS (Centro de Investigación para el Desarrollo del Seguro), recientemente creado como Think Tank del mercado asegurador.
La litigiosidad debe ser un tema donde todos debemos enfocar nuestras energías. Está en juego la subsistencia de muchas empresas del mercado asegurador y en particular la seguridad jurídica, pilar sustancial para el crecimiento de la actividad económica y, por ende, de los seguros».
Por su parte, Ibarrart indicó: «Al registrarse un importante pico inflacionario entre los meses de enero y marzo, potenciado por los ya faltantes de repuestos, cubiertas y vehículos, se incrementaron los costos de daños materiales más que proporcionalmente. En general, en el segundo semestre, y principalmente a partir de septiembre, se vislumbra una tendencia al amesetamiento en estos costos.
Sin dudas, la siniestralidad y su obligado correlato con la judicialidad han sido temas muy recurrentes durante todo el transcurso del 2024. La cuantía de las indemnizaciones dispuestas por los jueces de todo el país, pero especialmente en la justicia nacional, con valores actuales multiplicados por tasas desproporcionadas han presentado un frente complejo para todo el mercado».
Y prosiguió: «La novedad judicial del año sobrevino a mediados de octubre con el dictado del fallo de la Corte Nacional ‘Barrientos’, que llegó para remediar la situación, imponiendo la razonabilidad de las tasas de intereses puras sobre las activas.
Este mensaje de la Corte a favor de la equidad es un hito judicial que afecta a todos los justiciables, y para las aseguradoras es de especial trascendencia. Entendemos que corresponde a las distintas jurisdicciones hacerse eco del mismo».

Hacia el 2025
Ya en el final, los especialistas conversaron sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta el sector asegurador en el próximo año.
En cuanto a los desafíos, Elizalde identificó, en primer lugar, la constante adaptación a un entorno económico volátil. A eso se suma la necesidad de inversión continua en tecnología y una creciente competencia de nuevos actores digitales, que se relaciona también con la ciberseguridad y protección de datos.
También se deberá enfrentar el desafío de los cambios regulatorios y compliance.
En cuanto a las oportunidades, destacó la expansión de microseguros y productos personalizados, así como el desarrollo de ecosistemas digitales integrados.
También la big data ofrece una gran oportunidad para mejorar la tarificación, así como las plataformas digitales, que pueden aprovecharse para internacionalizar los servicios.
Por último, nombró los nuevos modelos de negocio basados en economía colaborativa.
En base a esto, agregó: «El sector insurtech argentino se encuentra en un momento de clara transformación, donde la combinación de innovación tecnológica y adaptabilidad al contexto económico local será clave para su desarrollo a futuro.
La digitalización no solo está mejorando la eficiencia operativa, sino que también está creando nuevas oportunidades de mercado y mejores modelos de negocios.
El éxito en los próximos años dependerá de la capacidad de las empresas para balancear la innovación tecnológica con las necesidades específicas del mercado local y regional, manteniendo el foco en la experiencia del cliente y la eficiencia operativa, mientras se adaptan también a un entorno económico que sigue siendo desafiante y en constante evolución».
A continuación, Ibarrart apuntó: «El sector asegurador enfrenta el desafío de garantizar la sostenibilidad financiera sin comprometer la responsabilidad que tiene para con los asegurados.
Esto implica lograr un equilibrio sostenible en la relación técnica del seguro, asegurando que los ingresos sean suficientes para cubrir tanto los costos asociados a los siniestros como los operativos, en un contexto económico aún inestable.
Para alcanzar este objetivo, es fundamental implementar una gestión de riesgos estricta, establecer tarifas adecuadas y aprovechar al máximo las tecnologías disponibles para optimizar procesos. De esta manera, se asegura la viabilidad del negocio a largo plazo sin afectar la calidad del servicio ofrecido a los clientes.
Adicionalmente, el sector debe fomentar una mayor cultura aseguradora, promoviendo entre la población el entendimiento del seguro como una herramienta de protección financiera y no como una obligación. Esto es esencial para incrementar la penetración en segmentos aún desatendidos, como ciertas poblaciones y pequeñas empresas.
Al mismo tiempo, es crucial responder a las expectativas de consumidores que son cada vez más digitales y exigentes, lo que demanda modelos de negocio más ágiles y accesibles.
Finalmente, un desafío importante radica en diferenciarse a través de experiencias al cliente que destaquen por su valor agregado, más allá de la competencia basada únicamente en precios bajos».
Por último, tomó la palabra García, quien analizó: «Estamos viviendo tiempos de transición de una economía populista e hiper regulada, con altísimos índices de inflación, sin reservas y sin mercado de capitales genuinos, hacia una economía con reglas de mercado y menos regulaciones, o sea menor intervención del Estado en la economía.
Las políticas gubernamentales se han enfocado en ordenar las variables macroeconómicas. Se espera que una vez estabilizadas, ello redunde en mercados más estables.
El gran desafío es recorrer la transición con éxito».
Y prosiguió: «Como en todos los órdenes de la vida personal y también de los países, toda crisis y cambio, genera una oportunidad.
Las empresas aseguradoras deben volver a encauzar sus negocios para ser eficientes y rentables, es decir, focalizar en los resultados operativos del negocio.
El escenario por delante no vislumbra un resultado financiero que compense resultados operativos deficitarios».
Y sentenció: «La palabra clave de la gestión es y será eficiencia.
Volver a ser compañías aseguradoras.
La capacidad, profesionalidad y vocación de trabajo existen en la industria.
No dudo que la energía del mercado asegurador se desatará generando la fortaleza de una actividad primordial para la economía de nuestro país. El futuro se presenta promisorio, está en todos nosotros aprovecharlo», manifestó.
En nuestra próxima edición, contaremos con la perspectiva de la AACS, UART, AVIRA, y ADEAA.