Entre la presión judicial, la volatilidad económica y la necesidad de recuperar márgenes, el sector asegurador busca nuevas estrategias para sostener su negocio. Tres referentes de la industria analizan los factores que más afectan a la rentabilidad, el impacto de la litigiosidad en ART y las señales de resiliencia que aún permiten mirar al futuro con optimismo.
Escribe Lic. Aníbal Cejas

«Pese al contexto, veo signos positivos en el mercado, haber reconocido la raíz de los problemas ha permitido empezar a buscar soluciones. Claro que hay mucho por hacer»
Martín Svarzman, BDO Insurance
El mercado asegurador argentino atraviesa una coyuntura desafiante: la rentabilidad está condicionada por la creciente judicialización, el encarecimiento de los costos siniestrales y las dificultades para trasladar aumentos a las tarifas. Al mismo tiempo, las aseguradoras deben ajustar su estrategia de inversión en un escenario de tasas de interés reales en ascenso y volatilidad cambiaria. En este contexto, especialistas como Gabriel Marinozzi (Russell Bedford), Lionel Moure (Deloitte) y Martín Svarzman (BDO Insurance) analizan los principales factores que marcan la agenda del sector: desde la necesidad de resolver el problema estructural de la litigiosidad en ART, hasta la urgencia de innovar en productos, mejorar la comunicación con los clientes y sostener la solvencia técnica como pilar de confianza.
En principio, consultamos a los profesionales sobre los principales factores que inciden en la rentabilidad del sector asegurador.
Al respecto, Gabriel Marinozzi, Socio de Russell Bedford Argentina, evaluó: “Para el sector de seguros generales que está fuertemente influido por la operatoria del ramo automotor, los resultados del negocio están marcados por un creciente aumento de litigiosidad judicial, incremento de los valores promedios de sentencias, y su impacto sobre acuerdos en etapas preliminares de juicios que toman como referencias los dictámenes de los Jueces; guerra de tarifas y, especialmente, escasa posibilidad de trasladar a precio los mayores costos de la actividad.
Contribuye también una descendiente tasa de interés, al ritmo que la macroeconomía se estabiliza y la inflación baja”.
Luego, el especialista se refirió a las estrategias de inversión que están desarrollando las aseguradoras para mitigar el impacto de las bajas tasas de interés: “La tasa de interés sobre activos en pesos ha sido altamente positiva por encima de la inflación y de la devaluación. Lo que sucede es que el criterio de actualización de sentencias de varios juzgados está muy por encima de las tasas de interés obtenidas en el mercado. La mejor estrategia para las compañías, en la medida que los flujos se los permita, es transar juicios en etapa temprana negociando valores razonables que eviten un incremento irracional posterior”.
Y añadió: “Por otra parte, las medidas que se están adoptando para cerrar la brecha entre el ajuste de primas y el incremento de los costos siniestrales son el aumento de tarifas, una mejor selección de riesgos y anti selección de los mismos y, especialmente, intentar cancelar siniestros y juicios en etapas tempranas del proceso”.
Más adelante, Lionel Moure, Socio de Deloitte, y líder del sector seguros para el Marketplace Cono Sur de Deloitte Spanish Latin America, indicó: “El mercado de seguros está dominado por dos coberturas: autos y riesgos del trabajo. Estas coberturas son de cola larga de siniestralidad. Por lo tanto, el rendimiento financiero es un factor clave de la rentabilidad dado que las aseguradoras cobran sus primas al inicio de la cobertura y deben mantener su poder adquisitivo a lo largo de los tres años en los que aproximadamente en promedio debe pagar sus pasivos. Un rendimiento financiero negativo en términos reales como tuvimos en los años previos ha sido muy perjudicial para el mercado mientras que rendimientos financieros positivos reales, como se están dando en forma más reciente, muestran un impulso muy favorable de los resultados.
Otro factor relevante es el costo siniestral. En el caso de riesgos del trabajo, esta cobertura ha tenido una siniestralidad creciente producto del aumento de la litigiosidad que produjo una gran incertidumbre respecto de la valoración de las incapacidades permanentes que las aseguradoras deben indemnizar sumado a la dispar y cambiante aplicación de tasas de interés y actualizaciones financieras de esos juicios. En los seguros de autos, el envejecimiento del parque automotor en los años previos ha disminuido los valores asegurados y las primas del mercado afectando la capacidad de absorber los costos fijos. En este año, con el aumento significativo en la venta de autos, este problema se ha comenzado a revertir.
La siniestralidad de los seguros de autos se ve afectada por la litigiosidad que también incide en los costos, pero en menor medida respecto de riesgos del trabajo. También afectan la siniestralidad de autos las fluctuaciones en los valores de las autopartes, muchas veces muy dispares respecto de la inflación. El valor de las autopartes está fuertemente incidido por las políticas cambiarias y las eventuales restricciones al comercio exterior que afectan también la disponibilidad de autopartes. La escasez de autopartes incide a su vez en la frecuencia de robo. En general vemos que la frecuencia siniestral de robo total y robo parcial aumentan significativamente cuando hay restricciones en el comercio exterior por la falta de ciertas autopartes, como ocurrió en su momento con los neumáticos”.

«La mejor estrategia para las compañías, en la medida que los flujos se los permita, es transar juicios en etapa temprana negociando valores razonables que eviten un incremento irracional posterior»
Gabriel Marinozzi, Russell Bedford

«En general, las compañías suelen invertir en pesos una gran parte de su cartera, dado que sus inversiones respaldan sustancialmente pasivos, también denominados en pesos»
Lionel Moure, Deloitte

«Para entender los problemas de rentabilidad del mercado asegurador debemos respondernos estas dos preguntas: de dónde venimos y hacia dónde deberíamos ir»
Martín Svarzman, BDO Insurance
Después, el ejecutivo se refirió al desafío de las aseguradoras de garantizar la sustentabilidad de su negocio: “Las tasas de interés si bien bajaron nominalmente a lo largo del año, en términos reales, es decir netos del componente de inflación, han subido. La suba de tasas reales, que se dio en los últimos meses de este ejercicio, es lo que ha permitido mejorar los resultados financieros negativos de la primera parte del año. En general, las compañías suelen invertir en pesos una gran parte de su cartera, dado que sus inversiones respaldan sustancialmente pasivos, también denominados en pesos. Las compañías invierten principalmente en títulos públicos, fondos comunes de inversión y en obligaciones negociables del sector de energía, petróleo y financiero. Las compañías extranjeras suelen tener alguna proporción mayor de inversiones en moneda dura ya que muchas de ellas calzan una parte de sus inversiones con el patrimonio neto de sus accionistas y tienen por objetivo preservar ese patrimonio en moneda dura.
En el seguro de autos creo que hay factores que van a ayudar como la suba de la tasa de interés real y la venta de autos 0Km mencionadas previamente. Este seguro es muy competitivo y creemos que el aumento de tarifas que puede convalidar el mercado va a ser limitado”. A su turno, Martín Svarzman Director BDO Insurance, analizó: “Para entender los problemas de rentabilidad del mercado asegurador debemos respondernos estas dos preguntas: de dónde venimos y hacia dónde deberíamos ir.
El modelo basado casi exclusivamente en la rentabilidad financiera está agotado. Este modelo de negocios requería un enorme volumen de cobranza de primas para invertir a elevadas tasas. En ese momento no era importante la rentabilidad del producto y algunas compañías hacían diferencia entre la tasa que obtenían en el mercado versus la tasa activa del Banco de la Nación Argentina utilizada como referencia para calcular los intereses por los siniestros no pagados, por lo cual comenzó a incrementarse el nivel de litigiosidad de muchas compañías.
Claro que ese rendimiento financiero que soportaba todos los costos era en su mayoría inflación, así que cuando fue necesario registrar contablemente los efectos de la inflación, a partir de 2018, gran parte de esos rendimientos ya no se tradujeron en ganancias en los balances de las compañías.
El segundo golpe importante fueron las dificultades para importar repuestos, cada vez más caros contra una prima asegurable muy devaluada, tanto por el freno económico con menor cantidad de bienes asegurables, como por la depreciación del parque automotor, producto que supera largamente la mitad de la prima emitida, redundando en primas muy bajas en comparación con los valores a pagar por siniestros.
Las compañías tienen desafíos enormes de recuperar prima, disminuir los niveles de litigiosidad y los costos relacionados y generar productos rentables. En pocas palabras parecerse al resto del mundo.
En materia de rentabilidad financiera, 10,4% es el promedio mundial que obtiene el seguro, con fuerte incidencia de Estados Unidos, Europa y Asia. Si descontamos la inflación o lo que rinden los bonos de Estados Unidos, nos queda aproximadamente entre un 5% y un 6%. Deberíamos partir de esa base. Claro que un mercado tan volátil como el argentino puede generar mayores diferencias positivas o negativas. Por otra parte, en Argentina se viene recuperando la prima pero aún no alcanzan los niveles para lograr un resultado técnico adecuado. El mundo crece anualmente a un promedio de 8,3% en primas generales y en vida 10,4%. Aquí cerca, en Paraguay el mercado creció un 10% en 2024. Este dato puede ser positivo siempre y cuando los productos sean rentables.
En ese sentido el porcentaje de emisión correspondiente a moto vehículos (deficitario a nivel de resultado técnico) sigue siendo muy elevado, las compañías además de recuperar prima retrasada deberían procurar mejorar su mixture de productos, enfocándose en productos más rentables como las garantías, responsabilidades, créditos, vida y especialmente en productos innovadores y que se basen en tecnología.
¿Por qué es tan difícil recuperar prima? Tenemos un mercado muy atomizado donde se ha acostumbrado al asegurado a decidir por precio. Recordemos que el modelo anterior se basaba en emitir y cobrar para generar renta financiera.
Lo primero que hay que hacer es modificar el concepto instalado de consumidor racional como aquél que elige por precio por un concepto de racionalidad que priorice el servicio recibido y la solvencia de la compañía considerando la expectativa de cobro en caso que se produzca un siniestro.
Uno de los principales problemas del mercado es el alto nivel de litigiosidad, los reguladores están poniendo mucho foco en este tema. Es de esperar que se produzca algún nivel de depuración en el mercado y quedarán las compañías más sanas”.

«El caso de Riesgos del Trabajo se trata de un problema sistémico. Mientras exista un sistema judicial que fije indemnizaciones basadas en incapacidades muy superiores respecto de aquellas determinadas en los baremos médicos y fijadas por las Comisiones Médicas establecidas en el sistema de riesgos del trabajo, va a ser muy difícil reducir la litigiosidad»
Lionel Moure, Deloitte
ART
El segmento de Riesgos del Trabajo atraviesa una coyuntura particularmente compleja, marcada por un aumento sostenido de la litigiosidad y la consecuente presión sobre los costos del sistema. La judicialización de casos que exceden los alcances previstos por la Ley, las actualizaciones imprevisibles de las indemnizaciones y la falta de mecanismos homogéneos de evaluación médica generan un escenario de alta incertidumbre para las aseguradoras. Frente a este panorama, los especialistas consultados coinciden en señalar que se trata de un problema estructural que amenaza la sustentabilidad del sistema, aunque difieren en el énfasis de las soluciones: desde la necesidad de agilizar ajustes tarifarios y recuperar la liquidez, hasta la implementación de cuerpos médicos forenses que aporten mayor objetividad técnica en la determinación de incapacidades.
Al respecto, Marinozzi explicó: “En el sistema de Riesgos del Trabajo, también la litigiosidad judicial impactó negativamente. Los abogados de asegurados iniciaron juicios por prestaciones no incluidas en la Ley que fueron y son avaladas por la justicia, tal como las incapacidades psicológicas cercanas a 12% que se determinan en juicios, cuando las incapacidades físicas decretadas son nulas.
Adicionalmente, las tasas de actualización exceden cualquier previsión de actualización razonable.
Por lo tanto, el impacto de prestaciones no prescriptas en la Ley, sumados a valores impredecibles de actualización, elevan la siniestralidad real de las compañías. Estos efectos generan que los resultados negativos y el flujo financiero deba atenderse con primas y recaudación actual que no resultan suficientes. Las Arts están pudiendo incrementar las tarifas pero los procesos de implementación son lentos y la recuperación de la liquidez también. Por lo que la solución no es inmediata.
Las compañías tienen un horizonte desafiante, porque los flujos de fondos no les permiten con tanta facilidad abordar convenientes acuerdos de juicios en etapas temprana del litigio. Cabe destacar que, desde la última reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo se había logrado desbaratar una importante cantidad de juicios y se impulsó un esquema de cierres de casos en etapas administrativas que resultaban muy convenientes para asegurado y asegurador, y le daba previsibilidad al sistema. Ha sido tan exitosa esa reforma que, la alícuota promedio del sistema disminuyó del 3,2% al 2,3% sobre la nómina salarial. Por supuesto, esta alícuota está regresando a los valores anteriores para soportar los costos adicionales antes descriptos”.
Por su parte, Moure destacó: “El caso de Riesgos del Trabajo se trata de un problema sistémico. Mientras exista un sistema judicial que fije indemnizaciones basadas en incapacidades muy superiores respecto de aquellas determinadas en los baremos médicos y fijadas por las Comisiones Médicas establecidas en el sistema de riesgos del trabajo, va a ser muy difícil reducir la litigiosidad. El incentivo a litigar es muy grande y va a seguir existiendo hasta tanto no se implementen los cuerpos médicos forenses que fijen incapacidades con criterios técnicos en lugar de utilizar las incapacidades fijadas por un perito médico designado por sorteo en un expediente judicial donde sus honorarios son fijados en función de la incapacidad que dictaminó, en lugar de fijarse en función de la tarea realizada por ese perito”.

«Las medidas que se están adoptando para cerrar la brecha entre el ajuste de primas y el incremento de los costos siniestrales son el aumento de tarifas, una mejor selección de riesgos y anti selección de los mismos y, especialmente, intentar cancelar siniestros y juicios en etapas tempranas del proceso»
Gabriel Marinozzi, Russell Bedford
Resiliencia
Aun en medio de un escenario complejo, el sector asegurador muestra signos de resiliencia: las compañías han superado crisis previas, mantienen capacidad operativa y servicio, y comienzan a enfocarse en nuevas soluciones.
Sobre el particular, Marinozzi puntualizó: “Los contextos adversos han sido la normalidad para el sector, pero siempre han sobrevivido. Una vez más está adoptando las medidas que resulten necesarias en cada caso para sobrellevar la situación. Las compañías hoy están mejor que hace un año. Pareciera que lo peor ya habría pasado”.
En tanto, Moure planteó: “El mercado asegurador ha tenido una gran capacidad de superar diversas crisis a lo largo de los últimos años. Durante la pandemia, el mercado asegurador se ha mantenido operativo y con altos indicadores de cobranzas y de servicio, y ha afrontado crecientes siniestros en vida y riesgos del trabajo. Posteriormente, el mercado se ha adaptado para superar las crisis cambiarias, las fuertes fluctuaciones en las cotizaciones de los títulos públicos del gobierno nacional y sus reestructuraciones, ha superado las restricciones al comercio exterior que afectó el pago de reaseguros manteniendo coberturas y superó también la escasez de autopartes, entre otras circunstancias”.
Para finalizar, Svarzman aseveró: “Pese al contexto, veo signos positivos en el mercado, haber reconocido la raíz de los problemas ha permitido empezar a buscar soluciones. Claro que hay mucho por hacer.
En BDO Insurance recomendamos empezar con 5 estrategias:
- Ser realistas en la planificación de fondos, considerando rendimientos reales posibles y entendiendo que esta renta ya no podrá sostener todo el negocio.
- Diversificación e innovación de productos hacia aquéllos con mayor rentabilidad.
- Incorporación de tecnología a los productos y a la operatoria de seguros, reduciendo costos operativos, fraudes y logrando mayor calidad en servicios.
- Reconversión de pasivos en litigio para reducir los costos relacionados.
Pagar adecuadamente los Siniestros debe volver a ser un argumento de venta para las compañías.
- Mejorar la comunicación con el cliente. Es la única forma en que un cliente se sienta bien atendido y que empiece a valorar servicio y solvencia antes que el precio”.