Según datos de la SSN, en un año se registraron 144.469 robos parciales de vehículos en todo el país y, de esa cantidad, en 101.128 casos se robaron al menos una rueda, lo que representa un porcentaje del 70%. Por día se roban entre 260 y 280 ruedas y en promedio se sustrae 1 rueda cada 5 minutos.
Escribe Dra. Gabriela Melina Álvarez
La frecuencia de los robos de rueda ha aumentado exponencialmente en estos últimos años al punto de convertirse en una situación alarmante en el mercado asegurador y que preocupa a todas las compañías de seguros. En estos tiempos, el robo de neumáticos se ha convertido en lo que era en los años 90 el robo de los famosos pasacassettes, época en la que se estilaba el robo del estéreo o directamente del vehículo completo, lo que terminó generando que ninguna compañía cubriera esta sustracción, eliminándola así de todas las coberturas.
Estadísticas oficiales de la Superintendencia de Seguros arrojan que en un año se registraron 144.469 robos parciales de vehículos en todo el país; de esa cantidad en 101.128 casos se robaron al menos una rueda, lo que representa un porcentaje del 70%. Por día se roban entre 260 y 280 ruedas y en promedio se sustrae 1 rueda cada 5 minutos. Con sólo hacer una pequeña búsqueda en Youtube se pueden observar delincuentes robando ruedas en tiempo récord: menos de 30 segundos.
Actualmente, resulta más conveniente robar las ruedas que el vehículo entero. Múltiples factores hacen que este tipo de modalidad delictiva se vea beneficiada y resulte más rentable y menos arriesgada.
Fácilmente comercializables
Las ruedas son fácilmente vendibles en el mercado local, tanto por su incesante demanda como por la facilidad que brindan hoy en día los distintos canales de venta. Si bien se hace en forma personal en gomerías, lo cierto es que la modalidad más utilizada es vía internet, a través de páginas de subasta que están repletas de ofertas de las más variadas marcas.
Un gomero del conurbano bonaerense comentó que en el rubro todos se conocen. Existen dos tipos de ladrones de ruedas: el «tradicional» que llega, baja las ruedas y pregunta ¿cuánto me das?; es mercadería que quema y necesitan sacársela de encima cuanto antes; y el «organizado o empresario», que cuenta con un muestrario que exhibe a través de su celular, con precios, marcas, modelos, y se compromete a la entrega rápida en media hora.
En el ambiente se dice que hay gomerías abiertas toda la noche esperando la llegada de los ladrones con los productos ofrecidos. A veces llevan lo que consiguieron y en otras ocasiones son verdaderas empresas montadas que ofrecen los productos a través de un catálogo. Lo que se gana vendiendo una rueda semi nueva equivale a todo un día de trabajo haciendo parches.
Los neumáticos más robados corresponden al auxilio del Peugeot 308, las 4 ruedas del Ford Fiesta Kinetic, las multirayo de Volkswagen (usadas por el VW Bora, Trend, Saveiro, entre otros) y las de los Peugeot 207 y 408.
Altas ganancias
Obtienen una alta ganancia de su venta debido al elevado costo de las ruedas que oscila entre los $ 8.000 y $ 10.000, y ni hablar si hacemos referencia a los vehículos de alta gama, donde el valor de un neumático con la llanta puede ascender a $ 20.000.
Difícil comprobación
Este tipo de siniestros requieren inmediatez, ya que las aseguradoras necesitan resolverle el inconveniente al asegurado en cuestión de horas para que pueda volver a utilizar su vehículo, lo que torna realmente complicada su investigación y comprobación, siendo el modus operandi más utilizado el auto robo, donde el asegurado denuncia un robo que nunca existió, con el solo fin de cambiar las ruedas desgastadas de su vehículo.
Mayor facilidad
Otro tema hace a la dificultad que presenta el robo del vehículo completo, donde en muchos casos cuenta con sistemas satelitales de rastreo, empresas que logran recuperar más de la mitad de los vehículos robados. Robar ruedas completas es más rentable, más simple y más seguro. Los delincuentes se movilizan en autos legales pero con patentes adulteradas; una vez elegido el objetivo, actúan apoyados por un vehículo o camioneta que se detiene en doble fila al lado del vehículo cuyas gomas robarán, y armados con las herramientas necesarias, realizan el trabajo en cuestión de minutos. En cuanto al robo de ruedas de auxilio, resulta bastante simple, basta con cortar la cadena que sostiene a la rueda debajo de la caja y sacarla. Una particularidad que presenta el robo de la rueda de auxilio es que los propietarios de los vehículos ni siquiera advierten en el momento la sustracción, pueden pasar horas y hasta días sin que noten su falta; incluso ha ocurrido casos en los que empleados de las concesionarias deben mostrarle a quienes adquieren un vehículo que lo retiran con la rueda de auxilio colocada, ante los crecientes reclamos de clientes que regresaban a los pocos días de haberlo adquirido reclamando la rueda que creían no les había sido entregada.
Menor condena
La condena por el delito de robo de ruedas de un vehículo suele ser caratulada como robo simple y, por ende, cuenta con penas bajas, en su mayoría excarcelables. Salvo raras excepciones de robos en la vía púbica, donde pudiera probarse el armado de un plan, la participación de una banda o incluso un vehículo de apoyo, en cuyo caso podría obtenerse una condena más allá de tres años y por ende de cumplimiento efectivo, en la mayoría de los casos ello no ocurre así.
Las zonas más calientes
En los últimos meses del año 2016, el robo de ruedas había trepado a 318 por día, divididos casi por partes iguales en Capital y en tierras bonaerenses. Pero sólo siete barrios del AMBA tienen el 90 por ciento de los casos. Por el lado de la Ciudad de Buenos Aires: Belgrano, Villa Urquiza, Palermo y Nuñez y, por el lado de Provincia de Buenos Aires, Lomas de Zamora (centro y zona de los Tribunales del Camino Negro), La Matanza (Ciudad Evita y Ramos Mejía) y Quilmes.
Una de las posibles explicaciones y que viene siendo objeto de continuos reclamos por parte de los vecinos, sobre todo pudimos verlo en estos últimos días con los casos recientes de inseguridad, es la falta de presencia policial. En la zona de Las Cañitas como en Palermo Hollywood, es prácticamente un hecho que dejar el auto estacionado equivale a volver con una rueda menos. La nula presencia policial en la zona es el reclamo de los vecinos y viandantes que antes hacían fila para estacionar y al día de hoy son pocos los que se animan. Ocurre una situación similar con la Policía Bonaerense que ha desaparecido literalmente de las calles de Lomas de Zamora, Banfield, Quilmes, Monte Grande, San Justo, Ramos Mejía, Lomas del Mirador, Ciudad Evita o Villa Celina. No hay policías que vigilen e intervengan y eso los ladrones lo saben, por eso el robo de ruedas sigue aumentando.
Además de ello, numerosas ruedas robadas son vendidas tanto en la feria ilegal de San Francisco Solano como en la que hasta ahora era la famosa feria ‘La Salada’ ubicada en Lomas de Zamora.
El objetivo de los ladrones es principalmente los autos de media y alta gama; justamente, persiguen autos caros porque sus ruedas también lo son. Hay llantas y cubiertas para autos que llegan a valer hasta $ 20.000 si hablamos de alta gama. Son bienes que no requieren ningún tipo de formalidad, ni cuentan con grabado alguno, lo que les permite a los delincuentes ubicarlas con facilidad una vez robadas.
Cómo afecta el robo de ruedas en las Aseguradoras
En el ámbito asegurador no es un asunto menor. El robo de neumáticos representa un combo, ya que es un siniestro muy frecuente, de poco monto en lo que a siniestros se refiere, motivo por el cual su investigación por parte de estudios muchas veces no se justifica o lo encarece demasiado. Las aseguradoras, en pos de dar un servicio mejor y más rápido, han eliminado muchos controles, a veces presionadas por la misma competencia, a lo que debe sumarse el asegurado que no puede usar el vehículo y también el constante reclamo del productor.
Y es que las mismas condiciones del mercado son las que en definitiva terminan fomentando y apoyando esta problemática. Si bien la traba a las importaciones es ya un tema del pasado, lo cierto es que importar una goma de países como Alemania tarda no menos de 30/40 días. Se forma una suerte de círculo vicioso, donde las compañías -en aras de resolver un siniestro- le exigen al proveedor celeridad y rapidez, y el mismo proveedor -en pos de cumplir con los requerimientos de la compañía en tiempo y forma-, acceden a comprar la rueda en el mercado ilegal, más rápido y económico.
El robo de ruedas se encuentra posicionado en uno de los primeros puestos de fraudes a las compañías, tanto por su facilidad en la operatoria como en la dificultad de advertirlo a tiempo por parte de la aseguradora.
El fraude se hace muy difícil de ‘atajar’; una vez que el neumático desaparece, es prácticamente imposible averiguar si ha sido por una acción ajena a la voluntad del asegurado, o ha sido el mismo usuario quién se ha ‘auto-robado’ el neumático porque estaba desgastado y quiere pasarlo por la aseguradora para evitar el gasto de tener que reponerlo a su exclusivo cargo.
En general, en casi el 75% de los fraudes detectados por las Aseguradoras está involucrado el asegurado. La tasa de fraude del robo de rueda representa para las compañías un número altísimo, aunque en dinero no se advierte esta situación debido al bajo costo si lo comparamos con siniestros de responsabilidad civil donde hay lesionados o incluso fallecidos. Según estadísticas informadas por CESVI, de los robos de tres o más ruedas, el 30% aproximadamente son hechos de fraude, principalmente auto robos. Se trata asimismo de un fraude que no cuenta con relación alguna con las clases sociales ni la condición económica del asegurado, ya que se han descubierto casos tanto en vehículos de bajo costo como en autos importados y de alta gama.
En esta cobertura se da el inconveniente de no permitir a las aseguradoras brindar un servicio mejor, un servicio que pueda realmente solucionarle los inconvenientes al asegurado, ya que la gran masa y el alto índice de siniestros fraudulentos, lamentablemente recae sobre todo el universo de asegurados, que se ven sometidos a prácticas que podrían evitarse de reducirse el porcentaje de auto-robos.
Por estos motivos, desde el ámbito asegurador hace ya un tiempo considerable se analiza la posibilidad de limitar la cobertura, ya sea a través del establecimiento de un número tope de acontecimientos por año, aumentar los controles (por ejemplo solicitando al asegurado la denuncia policial, realizando una inspección de la unidad en los casos de robo de más de una rueda), estableciendo un importe en concepto de franquicia, establecer una suma asegurada máxima de cobertura, realizar un análisis sobre el kilometraje del vehículo del asegurado y aplicando una reducción por desgaste, entre otras.
El buen servicio en un caso de robo de rueda está asociado a la rapidez en la respuesta, la comodidad desde la óptica del asegurado y, en definitiva, la solución del problema ocasionado por hechos ajenos a su voluntad, pero esta necesidad de velocidad e inmediatez muchas veces se contrapone con un trabajo analítico, evaluando las circunstancias y detalles del caso, la realización de inspecciones previas al tomar un seguro, el envío de un estudio investigador que conozca acerca de las circunstancias del caso, testigos, entrevistas, y demás detalles del hecho, que permitirían un análisis acabado y cierto del dinero que se está abonando. Por ello, la tarea de las compañías en estos hechos consiste en lograr un equilibrio entre la importancia de la agilidad comercial y la seguridad que impone la lucha contra el fraude.
Si bien en este último tiempo se percibe una leve disminución o tendencia a la baja de la cantidad de sustracciones, la frecuencia de este tipo de siniestros sigue siendo importante. La baja podría explicarse por la apertura de la importación, la persecución y detención de numerosas bandas dedicadas a esta modalidad que se viene realizando en este último tiempo, el arreglo por parte de fábricas como Peugeot de ciertos defectos de fabricación que facilitaban en gran medida el robo de las piezas, entre otras.
No existe delito si no existe un mercado. Si los delincuentes no tuvieran a quién venderle, seguramente no existiría el robo de ruedas. Éste persiste sólo porque hay alguien que las compra. Si los gomeros no pudieran comprar las ruedas robadas, ya nadie las robaría. ¿Cómo se elimina esta problemática? Solamente un aporte integral en el cual participen todas las compañías de seguros, asociaciones y fabricantes podría lograr transparentar el mercado.