Informe Operadores de Mercado analizó la situación de los Seguros de Crédito con Salvador Pérsico, Gerente General de COFACE Argentina; Juan Martín Devoto, Gerente General de Compañía de Seguros Insur; Yamil Nazur, recientemente designado Country Manager de Solunion Argentina; y Javier Estévez, Gerente de Caución y Crédito de AON Argentina.
Escribe Aníbal Cejas
La producción de Seguros de Crédito cayó en términos reales en el ejercicio 2016/2017 respecto del ciclo anterior. En este artículo, los profesionales especializados en la cobertura explican las causas. No obstante, también justificaron su pronóstico alentador para lo que resta del año y, principalmente, para 2018.
Pero, en primer término, consultamos a los aseguradores acerca de la evolución del riesgo de impago en los principales países de Latinoamérica.
Al respecto, Salvador Pérsico, Gerente General de Coface Argentina, afirmó: «Después de 2 años de evolución negativa en el crecimiento de la región impactada negativamente por la caída de precios internacionales de los commodities que expusieron las vulnerabilidades de la región y un nivel de impagos alto, 2017 fue un año de recuperación y de disminución del riesgo de impagos».
Luego, Juan Martín Devoto, Gerente General de Compañía de Seguros Insur, detalló: «La cobertura de exportación ha crecido en América Latina en los últimos años, producto de la visión de negocios que los países fueron adoptando.
Los problemas en Brasil han impactado los resultados del ramo elevando la siniestralidad. Se espera una corrección de esta situación el año que viene. En cuanto a Colombia y Perú, se han beneficiado de la expansión de sus economías siendo Chile la que ha sufrido una desaceleración pero no preocupante. Sigue fuerte la visión de libre comercio que tiene la Alianza del Pacífico en la que Argentina tiene intención de participar.
En cuanto a Argentina, ha tenido un crecimiento el crédito doméstico por las dificultadas que ha presentado su economía y las restricciones a las exportaciones/importaciones que han existido con el gobierno anterior. Pero desde 2016 en adelante, hubo un cambio notable en las perspectivas de negocios y se espera que el seguro de crédito doméstico siga profundizando su crecimiento y despegue el ramo de exportación.
La baja del riesgo país ayudó a que el país se reinserte mejor en el plano internacional. Las últimas medidas adoptadas y la mejora en la calificación crediticia confirman estas tendencias».
A continuación, Yamil Nazur, Country Manager de Solunion Argentina, puntualizó: «Nuestros pronósticos apuntan a una subida generalizada de las insolvencias en Latinoamérica en 2017 (+8%) y 2018 (+11%). Sin embargo, en cuanto a las grandes insolvencias, es decir las que afectan a compañías con una facturación superior a los USD 50 millones de euros, la situación continúa mejorando, sin haberse registrado impactos materiales en el primer trimestre de 2017, en comparación con las diez que se dieron en el mismo periodo del año anterior.
La situación ha evolucionado de manera positiva en algunos países de la región, como son los casos de Argentina y Brasil con una mejora en sus calificaciones de riesgo. La calificación de riesgo país varía de unos mercados a otros. Perú, Guatemala, Costa Rica y Panamá tienen las mejores calificaciones de riesgo, mientras que Venezuela, Ecuador y Bolivia son las que peores datos registran».
Acto seguido, Javier Estévez, Gerente de Cauciones y Crédito de Aon Argentina, precisó: «Existe un escenario de debilidad macroeconómica presente en la región, acompañado de una evolución del riesgo de impago muy pronunciada en los años 2015/2016 en Brasil, Chile y Colombia. En esos años, Argentina se vio afectada con el incremento de la siniestralidad pero sólo en uno de sus principales sectores, el agrícola. Las economías Latinoamericanas fueron vulnerables a la caída de los precios de los commodities, problemas climáticos, catástrofes naturales, crisis políticas en Brasil y Argentina y caída de la demanda de China.
De todos modos, el panorama hoy es diferente, tanto Brasil como Argentina están transitando un ciclo político más favorable al mercado. Las expectativas de un cambio político se ven también en Chile con el posible regreso de Piñera al gobierno. Esto presupone una mejora del clima de negocios y de estabilidad para la región».
El factor Trump
¿Las políticas de Donald Trump están incidiendo en la performance de las empresas latinoamericanas y, en consecuencia, en su riesgo de impago?
Para Pérsico, si bien la incertidumbre por las políticas de Donald Trump tuvo impacto en el riesgo de impago de algunos países de la región a principios de año, los riesgos asociados con la política económica de Estados Unidos fueron disminuyendo a lo largo del año.
Devoto coincidió en que el impacto inicial de la política comercial norteamericana fue disminuyendo, y añadió: «Afortunadamente, han aparecido otros mercados (Europa, China, India) que han abierto las puertas a los productos de esta región. No vemos que haya aumento en el riesgo de impago para las empresas. Tiene más bien que ver con un acceso o no al mercado norteamericano, pero tampoco han cerrado sus fronteras».
Nazur, por su parte, también puso de relieve la importancia del comercio con EE.UU. en la región y, a la vez, de fortalecer los lazos con mercados alternativos: «Latinoamérica recibe importantes flujos de inversión extranjera por parte de Estados Unidos. Además, las exportaciones de los países de la región a su vecino del norte son una fuente de ingresos muy valiosa para los mercados latinoamericanos.
Las políticas proteccionistas del nuevo gobierno afectan directamente a estas exportaciones, ya se han sentido en la revisión de algunos tratados de libre comercio, como el que mantienen Estados Unidos, México y Canadá (TCLAN), y podrían restar algunos puntos de crecimiento a la región.
En México, por ejemplo, estas exportaciones representaron más de una cuarta parte del PIB del país en 2016. En algunas economías más pequeñas, como es el caso de Nicaragua, las ventas a Estados Unidos llegan a suponer el 54% del total de las exportaciones del país.
Los sectores más afectados por las medidas proteccionistas podrían ver deteriorados sus periodos medios de pago. Sin embargo, esta situación ha fortalecido las relaciones con otros socios comerciales, como la Unión Europea, para evitar posibles consecuencias adversas».
Crecimiento
Más allá de lo anterior, el crecimiento del PBI latinoamericano es leve, tenue, y de su mayor velocidad depende -en gran parte- el aumento de la producción de Seguros de Crédito.
A este respecto, Pérsico observó: «El crecimiento de la región es altamente dependiente de la evolución de Brasil y Argentina que han salido de la recesión, siendo estos dos países, que son la mayor y la tercera mayor economía de la región, con un peso muy importante en el promedio. En la mayoría del resto de los países hubo una desaceleración relativa respecto a años anteriores debido a factores externos como la incertidumbre por las políticas americanas y a shocks internos como ruidos políticos o demoras en los proyectos de infraestructura en algunos países».
Devoto, en tanto, describió: «Los mercados están más selectivos y los usuales compradores de materias primas (commodities) han llevado los precios a la baja. Esto genera una menor rentabilidad. Cambios políticos a nivel regional (Brasil precisamente) generan el mayor impacto negativo y abren los mayores interrogantes. Si el líder comercial de Latinoamérica se encuentra ‘acomodándose’, entonces hay que tener algo de paciencia y esperar hasta el 2018 para tener mayores certezas».
Y Nazur planteó que la recuperación está empezando a sentirse: «Nuestras previsiones apuntan a un crecimiento regional del +1,2% para este año y del +2,2% para el próximo.
Aunque el dato se aleja de la tasa media registrada entre 2010 y 2015 (+4,5%), hay signos que denotan una mejora de la economía de la región. Los dos principales mercados en recesión volvieron al crecimiento en la primera mitad de año: Brasil (+0,6%) y Argentina (+1,6%). Ambas economías seguirán creciendo en 2018 (+2% y +3,2%, respectivamente) de modo que continuarán contribuyendo al crecimiento del PIB regional.
Aunque las noticias son positivas, hay dos aspectos que deberán vigilarse de cerca: el aumento de la deuda pública, especialmente en Brasil, México y Ecuador; y la incertidumbre exterior».
La producción local de la cobertura
En Argentina, la producción de seguros de crédito creció solo 19% entre los ejercicios 2015/2016 y 2016/2017. Es decir, hubo una disminución en términos reales. Para Pérsico, ello se debe a «la volatilidad de la economía en años anteriores, la recesión en 2016, los problemas en las economías regionales, la falta de competitividad del sector exportador, la alta inflación y su respectivo impacto en los costos de las empresas».
Para Devoto, los factores que no permitieron un mayor crecimiento del seguro de crédito son la baja en las tasas y un aumento moderado en las ventas. «Para este año se espera un crecimiento mayor y eso impactará positivamente. Tampoco hubo una mejora sustancial en el tipo de cambio que, de haberse ubicado en niveles superiores, tendría que haber impulsado el aumento.
En cuanto a nuevas pólizas, el mercado estuvo a la expectativa y, a diferencia de otros años, las empresas prefirieron esperar antes de tomar la herramienta. Hicieron foco en el control de gastos, más que en la cobertura», evaluó.
Para Estévez, la baja producción de seguros de crédito se debió a «un contexto económico de incertidumbre que esperaba ver cómo el nuevo gobierno abordaba medidas restrictivas y problemas del mercado local (Cepo Cambiario, Importaciones, etc.)».
De todos modos, resaltó que «los índices de siniestralidad en Argentina son históricamente bajos, produciendo en la negociación de las renovaciones que el costo sea un factor importante a discutir, con tendencia a una baja nominal mayor al crecimiento que se pueda esperar».
Otras causas apuntadas por el especialista son: «Los márgenes de ganancias de algunos sectores de la industria, que aún son bajos y tampoco permiten terminar de adoptar el costo de esta herramienta.
Y a diferencia de otros países de Latinoamérica, en Argentina la oferta de compañías aseguradoras es reducida y el producto de seguro de crédito en sí que se ofrece es el tradicional. En la región podemos encontrar que se complementa con diferentes modalidades que ofrecen más alternativas de cobertura».
Sobre este tema, Nazur reflexionó: «Las primeras medidas del plan Macri (supresión a los controles de capital, recortes presupuestarios y ajustes monetarios) iniciadas en 2016, con claro objetivo de reequilibrar la economía argentina, pesaron en los resultados de dicho año.
El PBI se contrajo un -2,3%, la inflación se acercó al 40% y el déficit de cuenta corriente aumentó al +2,6% del PBI.
A fines de 2016 comenzaron a vislumbrarse cambios positivos, impulsados por buenos resultados de exportaciones. Si bien ha existido una desaceleración de la inflación en 2017, la inversión productiva ha quedado frenada y mayormente supeditada al resultado eleccionario de octubre. Todo esto, por supuesto, ha pesado a la hora de la contratación del seguro de crédito debido a una racionalización de costos por parte del mundo empresario, sumado a la incertidumbre local. Consideramos que la inercia del cambio acontecido en este año será vital para el fortalecimiento de la producción de 2017 y, sin dudas, del 2018».
En este marco, ¿cuál es la estrategia de las aseguradoras y Brokers para crecer en Seguros de Crédito?
Al respecto, Devoto explicó: «La estrategia de Insur es llegar a los clientes del interior del país. Tenemos un plan de apertura de oficinas comerciales en las principales plazas, comenzando con Rosario donde debería estar en pleno funcionamiento a partir del 1/1/2018. Luego Mendoza y Córdoba.
Afortunadamente, contamos con otro producto como cauciones, que complementa a crédito. La combinación de ambos permite a la compañía hacer pie y crecer».
Nazur, de Solunion Argentina, declaró: «Nuestro crecimiento se basa y sustenta en afianzar lazos con nuestros socios estratégicos, los productores asesores, y los propios asegurados.
Creemos en nuestro equipo de trabajo y en la estrategia de cada día hacer más foco en el cliente. El desafío estará en lograr mayor penetración del producto en aquellos sectores de mayor valor productivo nacional, el acercamiento con el sector PyME y el apoyo constante sobre el sector exportador».
Pérsico, de Coface, por su parte, apuntó: «Nuestra política es reforzar el manejo de riesgos y de la información, mejorar la eficiencia operativa y el servicio al cliente e implementar estrategias de crecimiento diferenciadas ampliando los canales de distribución.
Los sectores más demandantes donde hay más presencia en el seguro de crédito son el agro, alimentos y bebidas y el de electrónicos y electrodomésticos».
A su turno, Estévez relató: «La estrategia de Aon Argentina es seguir apostando al Seguro de Crédito, capacitando en el uso del producto a quienes ya cuentan con la herramienta y ofreciéndolo a quienes no lo conozcan como una alternativa que complementa las prácticas de crédito de cualquier empresa.
Estamos convencidos que es un producto que permite la entrada a nuevos mercados aparte de prevenir impagos. Contamos con una red de servicio de más de 70 oficinas especializadas para asegurados. Nuestro asesoramiento es constante. Nuestra cartera es diversa, por lo cual nos especializamos en los distintos tipos de industrias».
Lo que vendrá
A pesar de que la producción se redujo en termino reales en 2017, los profesionales mantienen la esperanza de que la comercialización de la cobertura repunte en lo que resta de 2017 y en 2018.
«Las perspectivas son muy buenas. Estamos muy confiados en que el 2018 debería ser un año de amplio crecimiento; no sólo para el producto sino también para la empresa -remarcó Devoto-. Confiamos en nuestros recursos económicos como profesionales, y el apoyo sustancial de nuestros accionistas y reaseguradores».
Para Nazur, el futuro de la cobertura es «ampliamente positivo, en un marco de un mercado financiero cada vez más desarrollado, inmerso en un país volcado a la globalización de los productos».
«La tendencia creciente de actividad industrial, sumado a la generación genuina de empleo, son un reflejo de la tendencia del sector empresario respecto del panorama 2018 y 2019. El resultado de las elecciones de octubre revalida y afianza al gobierno en su estrategia política y aspiraciones electorales, lo cual dispone un clima más favorable al sector empresario para la toma de decisiones y desarrollo de inversiones», sumó.
Pérsico también espera «cerrar el año con buen crecimiento y ratios de siniestralidad bajo control».
Por último, Estévez sostuvo: «Esperamos que con la consolidación del gobierno actual, el comercio exterior argentino paulatinamente logre recuperarse originando nuevas oportunidades para los seguros de crédito.
El sector exportador originalmente supo ser el motor de este seguro. Para que podamos comprender un poco más el panorama, en el pasado el 80% de las pólizas existentes era seguro de crédito a la exportación y el 20% restante eran pólizas de seguro de crédito doméstico. Hoy en Argentina la ecuación se ha invertido completamente. Para verlo en números; en el 2011 el pico de exportaciones argentinas fue de US$ 82.981 millones, pasando en los tres primeros meses de 2017 a US$ 12.659.747. Si bien vemos una evolución de 1,7% comparando el mismo lapso de 2016, todavía queda mucho mercado para recuperar.
En Mercado Doméstico esperamos seguir creciendo pero a un ritmo más lento. Aquí el desafío es desarrollar nichos y generar oportunidades para que se conozca de qué se trata el seguro de crédito y sus bondades».