Con un siglo de historia y permanencia, La Holando crece y se moderniza

 

 

Pese al momento convulsionado que vive el país, La Holando crece y se moderniza. Y aunque el resultado no fue el esperado debido al impacto del tema cambiario, al 30 de junio de 2018 la compañía cerró el  ejercicio anual con una ganancia de entre 2 y 3 millones de dólares después de impuestos. Históricamente, la compañía es fuerte en cascos, transportes, marítimos, incendio, y grandes riesgos. Trabaja con grandes empresas, y el seguro personal es un complemento, todo canalizado a través del Productor Asesor de Seguros.

 

 

Ernesto Levi, Presidente de La Holando Sudamericana Compañía de Seguros, reflexiona sobre el pasado, presente y futuro de la Aseguradora.

– ¿Cómo analiza la actualidad y la proyección de La Holando Sudamericana desde la experiencia que le otorga 37 años de trayectoria en el mercado de seguros?
– Estoy muy contento con la compañía. Nos está yendo muy bien pese al momento que estamos viviendo todos, porque estamos creciendo y nos estamos modernizando, que es el aspecto que más me ocupa y preocupa. Además, realmente creo que si bien el país está un poco convulsionado, en especial últimamente, en lo que hace a nuestro negocio en particular estamos viviendo un buen momento porque se realizaron muchos cambios positivos, especialmente en la relación de la SSN con el mercado. Creo que es una Superintendencia práctica y eso me parece muy interesante. Mi opinión es que la Argentina durante 70 años ha experimentado una suma de problemas. Es decir, no se trata de un solo problema, sino de montones. Y la única forma de atacarlos es ir quitándolos de a uno. Creo que en este mercado, si bien todavía hay temas pendientes, han sacado problemas grandes como el de Riesgos del Trabajo, la cobranza electrónica, la póliza digital, o la modernización que se viene. Todo esto va a generar mucho ahorro de costos. Si bien aún falta mucho, me parece muy interesante, y reitero el concepto de atacar los problemas de a uno.

– ¿Qué significa ser la 4ta Generación Familiar en la conducción de una compañía que este año cumplió un siglo de vida? ¿Las nuevas generaciones continúan la tradición aseguradora?
– La generación que viene son nueve, y ya existen tres dentro de la compañía, representando la quinta generación familiar. Yo no hablo de «compañía» sino de «grupo asegurador» en la Argentina, porque la compañía fue comprada después y luego fue fundada otra. Por eso, prefiero hablar de la radicación de mi bisabuelo en la Argentina, que fue hace más de 100 años porque él vino al país a principios de siglo, alrededor del año 1899/1900, trayendo ya experiencia en seguros porque era un muy importante productor de seguros de vida de la New York Life. Existe incluso un pergamino con una carta de la New York Life del año 1900 donde lo felicita por ser el número uno de Europa. Es decir que ya venía con conocimiento en seguros y dinero. Se puede decir que llevaba el seguro en la sangre. De hecho, Vida para nosotros es un tema por ahora pendiente, y si bien fue algo muy grande hace 50 años atrás, con la inflación que hubo en Argentina se destruyó todo lo que es la póliza de Vida, pero volveremos.
Nosotros tuvimos otras compañías como La Territorial, El Surco, La Ibero Platense. La anécdota es que vendimos El Surco por un aviso en el diario que decía «Compro compañía». Respondimos y como yo era el vendedor de la compañía y en ese momento estaba en Punta del Este, me hicieron viajar urgente hacia Buenos Aires, y vine en jean -era un joven de alrededor de 30 años por entonces- a mi primera reunión de venta de El Surco donde conocí a un intermediario, en la segunda reunión conocí a los dueños, concretamos la venta y hoy somos amigos. En aquel momento, sus dueños eran Julio Comparada y Eduardo Martino. Nos hicimos amigos luego de la compra, lo cual significa que evidentemente fue una compra y venta exitosa, sin nada oculto.

– ¿Cómo cerró La Holando el ejercicio anual a junio 2018?
– Cerramos con ganancia, pero el resultado no fue el que esperaba porque a último momento impactó el tema cambiario, como le sucedió a la mayoría del mercado, con la depreciación del peso hubo una caída de la parte financiera. Pero fue un buen balance, con una ganancia de entre 2 millones y 3 millones de dólares después de impuestos.

– ¿En qué riesgos opera la compañía y en qué nichos de negocios reside su fortaleza? ¿Qué rol juega el Productor Asesor de Seguros?
– Si uno observa el logo original de La Holando, hay un mapamundi en el que aparece Sudamérica, Europa y «un viajecito», entonces diría que todo lo que es la cultura europea, específicamente inglesa, es donde más fuertes somos, es decir, cascos, transportes, marítimos, incendio, y grandes riesgos. Este es el fuerte de La Holando. Trabajamos con grandes empresas, y después el seguro personal es un complemento, todo canalizado a través del Productor Asesor de Seguros. Además, tenemos algunos negocios directos, que están manejados por mi hija, pero porque se trata de amigos o porque un productor quiso vender la cartera, pero no salimos a competir en el mercado. Por lo tanto, si por ejemplo me llama alguien y es un cliente de la compañía, le digo que no, ya que lo canalizamos a través del productor. Somos especialmente afines a los productores medianos y pequeños.

– Más allá de la falta de capacidad de ahorro y de la incertidumbre económica, ¿considera que en Argentina existe un tema cultural por el cual la gente asegura sus bienes pero no su vida?
– Sin ser un especialista, diría que es un tema social-psicológico, porque cuando pasamos por situaciones como la que estamos viviendo, día a día, trauma a trauma, todo esto quizás no permite elaborar hacia adelante. Me refiero a la gente joven, de alrededor de 30 años, que representa el mercado potencial. Actualmente, esa persona debe estar pensando en el día a día, en si «llego o no llego», «me darán o no aumento», «qué ocurre y qué no ocurre», lo cual es muy complicado. Es decir, la inflación y este desorden «complican la cabeza», donde uno necesita un poco de estabilidad y tranquilidad para poder proyectar. Después viene el resto como, por ejemplo, la cultura, pero considero que uno no puede sembrar si no tiene la tierra fértil. Si hoy en día le decis a alguien: «Tenes que pensar en tus hijos, proyectar tu vida a 20 años», una respuesta probable sería: «No, estoy pensando en cómo llego mañana». El otro día estábamos en la mesa de mi casa, y mi esposa le preguntó a mi hijo de 15 años si ya estaba pensando en las vacaciones, en el sentido de planificarlas. Y mi hijo le respondió: «No, falta mucho». Para nosotros no falta tanto, pero ellos viven el día a día. Trasladando esto a quienes tienen un poco más de 30 años, hoy tienen otras prioridades, como llegar a fin de mes, pagar las cuentas, qué sucederá con la luz, poder cambiar el auto, etc. Por lo tanto, se trata de otra problemática.

 

– ¿Cómo impactan la tecnología y los canales digitales en la intermediación de seguros y en el desarrollo del negocio de las aseguradoras?
– Existen dos tipos de productores: jóvenes y no-jóvenes. El productor más joven está lanzado y quiere todo digital, en la pantalla y especialmente en el smartphone. El productor más antiguo se resiste o muestra cierta reticencia, pero el futuro viene por ese lado. Respecto a la cobranza electrónica, considero que la reticencia era de ciertas compañías que «les daban letra». Había colegas que les decían: «Los bancos se van a quedar con todo». Entonces, era más un problema de dichas compañías que de los productores.

– ¿Qué innovaciones tecnológicas incorporó La Holando en los últimos meses con el objeto de modernizarse o aggiornarse?
– Estamos a full con todo lo que es web y celulares. Hoy el productor se puede conectar y operar en casi todas las ramas en forma on-line, excepto por ahora en Grandes Riesgos, aunque estamos trabajando para que toda la compañía sea digital.

– ¿Cuál es el presente y la evolución que ha tenido Reunión Re luego de la adquisición de Nova Re? ¿Opera en otros países?
– Reunión Re es un tema muy particular, porque me tocó a mí armar la reaseguradora. En un principio, la íbamos a armar con otros colegas y no nos pusimos de acuerdo en la parte comercial, donde ellos pensaban que había que hacer algo lento en el tiempo, mientras que yo afirmaba que el «Día D» era clave. Es decir, «el que se queda con el día D, gana». Entonces, eran dos posturas diferentes. Yo tenía que hacer un «Día D» y, de hecho, resultó clave. En un principio la reaseguradora iba a ser Nova, y la terminamos comprando. Actualmente, estamos trabajando también en Paraguay, que por ahora es el único país que nos autoriza a hacerlo -lo cual no significa que no queramos operar en otros países- por un tema de calificación de Argentina. Cuando Argentina sea ‘B’, que esperamos que lo sea pronto, vamos a poder operar en el resto de países de América Latina. En Paraguay podemos trabajar hasta el próximo año porque el requisito era reunir capitales suficientes, pero esto va a cambiar y Paraguay va a empezar como el resto de Latinoamérica, así que, esperamos que cuanto antes cambie la calificación de Argentina. No tenemos oficinas propias en Paraguay, pero ya trabajamos con alrededor de 10 o 15 compañías paraguayas en una sola rama que es Incendio. No olvidemos que Paraguay se maneja en dólares mientras que Argentina lo hace en pesos, así que hay que tener una suma de patrimonios para operar en otros riesgos. La realidad es que ya podríamos trabajar en otras ramas, pero vamos a esperar un poco porque queremos ver qué sucede con la calificación del país.

– ¿Cómo impactan la inflación, la devaluación de la moneda y el contexto económico recesivo en la industria aseguradora en general, y en La Holando en particular?
– Siempre tiene un impacto. En un momento positivo, todo lo es, pero seguros es muy extraño, porque en un momento como este quizás las compañías sean más cuidadosas o menos agresivas, es decir, uno nunca sabe cómo va a reaccionar el mercado. Creo que es un momento para quedarse tranquilo, no ser agresivo y no hacer locuras. Hoy en día, en el tema Autos es gravísimo el impacto, donde no es tanto el robo, que parece bastante controlado, sino lo repuestos, porque la pérdida es total. Para dar un ejemplo concreto, conozco el caso de un Honda Fit con dos puertas rayadas y hundidas, que implica una pérdida total por el monto que significa repararlo, lo cual es increíble. Por ejemplo, una óptica de un auto normal cuesta entre 80 y 120 mil pesos. En este punto, se puede concluir además que las tasas están bajas, lo cual es un problema.

– ¿Cuál es el motivo por el cual no aumentan las tasas?
– Porque en todo el mundo la gente crece comprando compañías, mientras que en Argentina se compite bajando precios. Si yo quiero crecer en cualquier parte del mundo, compro una empresa y crezco, mientras que aquí se baja la tasa.

 

– ¿La Holando proyecta expandirse a través de la compra de alguna compañía?
– Quizás no es el momento preciso, pero estoy esperando el deadline -que va a ser en diciembre de 2019- con el tema del reaseguro. Y una vez que termine eso -ya que es un tema de «prolijidad» en mi cabeza, donde voy por etapas y no hago locuras- y llegue ese día, si estoy tranquilo con el reaseguro y el capital, empiezo a pensar qué otras nuevas cosas puedo hacer, pero voy quemando etapas. La decisión no pasa exclusivamente por mí, ya que las decisiones coyunturales las tomo junto a mis dos hermanos y una prima. Luego, las determinaciones del día a día sí las tomo solo, porque de lo contrario, implicaría un gran atraso.

– En materia de política aseguradora, ¿existen normativas pendientes o que considere imprescindibles para ser tomadas por la Superintendencia?
– Con una discusión abierta, habría que plantear el tema que mencionamos recién de las tasas, en relación a una tasa mínima. Me refiero a discutirlo y no a imponerlo, donde habría que negociarlo con el mercado -porque todo tiene pro y contra- y buscar algún acuerdo, pero por ahora no se habla de esto. Escuché comentarios respecto a que la Superintendencia estaría trabajando en este tema, pero por otro lado, también escuché que si uno tiene dinero «puede hacer lo que quiera», y esto tampoco es justo porque implicaría un monopolio a corto plazo. Por eso considero que hay que discutir el tema. El hecho de tener dinero no significa que uno pueda invadir la prima, porque generaría «romper el mercado». Es evidente que hay que discutirlo pero algo hay que hacer. Después, en el tema de Seguros de Vida, el gobierno tiene pendiente el tema del descuento de ganancias de la póliza de Vida, lo cual es clave. Se trata de un momento difícil para pedirle al gobierno que baje Ganancias, pero se trata «del huevo y la gallina», ya que Argentina está sufriendo los actuales problemas por no tener un mercado de capitales. Si este último existiera, no estaríamos pidiendo plata afuera. Si bien la Superintendencia está muy activa, no tiene el poder para presionar a Economía para todo este tipo de cambios.

– Considerando que existen operaciones donde multinacionales adquieren o absorben otras compañías, en la época en que el reaseguro era monopólico, era beneficioso tener varias compañías, ¿actualmente sucede lo mismo?
– En aquel momento era un tema de retención, porque el INdeR te obligaba a tener un máximo de retención, y si uno tenía muchas compañías, podía retener más, mientras que hoy lo que se adquiere son redes de comercialización. Si uno compra un broker de seguros o reaseguros también tiene que ver con esto, con redes de comercialización.