“El reaseguro es el verdadero respaldo de una entidad”

Desde noviembre 2022, el BCRA no está autorizando a las aseguradoras a efectuar los pagos al exterior por reaseguros, debido a la escasez de divisas imperante. La promesa que sólo sería una restricción que regiría durante noviembre no se cumplió, llegando a principios de año con la misma problemática instalada. Ya existen reaseguradores que están retrayendo cotizaciones y coberturas. El reaseguro es el verdadero respaldo de una entidad que garantiza la vida, el trabajo, las propiedades y las actividades de privados y Estado. Sin reaseguro, una aseguradora local no podría brindar cobertura en prácticamente ningún riesgo de envergadura, ni amparar un cúmulo de siniestros que superan una frecuencia habitual.

El Lic. Guillermo Pastore, Chairman de Special Division, reflexiona sobre el presente y las perspectivas del mercado de seguros y reaseguros.

– ¿Cuál es la situación actual en materia de restricción de divisas, que afectan el pago en dólares al exterior de las compañías de seguros, y el consecuente impacto en el reaseguro?
– La primera semana de noviembre, fuentes del sector informaron que el BCRA no está autorizando a las aseguradoras a efectuar los pagos al exterior por reaseguros. «La promesa que se efectuó es que esta traba regirá durante noviembre», algo que no ha acontecido, llegando a principios de año con la misma problemática instalada y ya interiorizada por los cada vez más reducidos mercados que nos otorgan cobertura. Las autoridades conocen la situación acabadamente, y la Secretaría de Comercio debe comprender la gravedad de la situación. Entendemos que se encuentran en un estadio de priorización de la escasa cantidad de divisas, para otorgárselas a quien más las necesitan.
Ya existen reaseguradores que están retrayendo cotizaciones y coberturas. Si no se acelera el trámite, las consecuencias serán desastrosas para la actividad y la economía toda. La decisión de no pagar las primas puede constituirse en una verdadera hecatombe para la frágil solvencia del sistema asegurador, que en junio de este año evidenció los peores resultados en los últimos 17 años con 112 de 188 aseguradoras con pérdidas, de las cuales las financieras fueron por 230 mil millones de pesos.

– Siendo el reaseguro un garante de la solvencia del mercado de seguros, ¿qué consecuencias concretas ocasionan los problemas de capitalización que puedan tener las compañías de seguros en industrias específicas como aeronavegación o la marina mercante?
– La solvencia de una aseguradora se constituye en su capital, y su contrapartida son las inversiones y el reaseguro. Las diferentes administraciones han inducido a la compra de títulos de diferentes deudas del Estado que, aun con las pérdidas comentadas, un gran grupo de compañías justiprecian a valor técnico estas tenencias, las cuales difieren sustancialmente su valor del que el mercado ofrecería ante una necesidad de liquidez por pago de siniestros de envergadura.
A partir de lo anterior, el reaseguro es el verdadero respaldo de una entidad que garantiza la vida, el trabajo, las propiedades y las actividades de privados y Estado. A modo de ejemplos, YPF ya tuvo un siniestro de más de US 1.000 millones, el cual estaba reasegurado. Para que Aerolíneas Argentinas pueda volar, necesita un reaseguro o no vuela, donde una póliza de Todo Riesgo-Casco cubre, aproximadamente, unos U$S 1750 millones como tope anual. Además, han existido indemnizaciones multimillonarias provenientes del exterior por devastadores incendios, enormes granizadas, cúmulo de lesiones y muertes en accidentes, importantes desembolsos por incumplimiento de contratos, etc.
Sin reaseguro es evidente que una entidad local no podría brindar cobertura en prácticamente ningún riesgo de envergadura, ni amparar un cúmulo de siniestros que superan una frecuencia habitual. Es medido en miles -relativo a la tasa a ceder- el enorme amparo que da el reaseguro en relación con la escasísima prima que se eroga.
El problema de reservas que ostenta el BCRA no se relaciona en ninguna medida con la muy nimia salida de divisas para garantizar los aviones que surcan los cielos, las centrales que nos dan energía, el amparo a nuestras cosechas, la protección a nuestros trabajadores, la actividad de toda nuestra economía. En relación a la flota Mercante Argentina, que llegó a tener 113 buques, varios de ellos presentaron papeles para dar de baja el pabellón argentino en sus mástiles, y salir de la jurisdicción local, debido a la limitación de divisas para pagar seguros en el exterior o hacer mantenimiento.

– ¿De qué otras maneras afecta la escasez de dólares en el Banco Central, sumado al contexto de alta inflación de la economía argentina, en el negocio asegurador local?
– Gran parte de la economía, en un mundo globalizado e interdependiente, depende de la posibilidad de contar con divisas para poder importar necesarios insumos para productos que se fabrican en nuestro país, lo mismo que el pago de imprescindibles servicios como el reaseguro. En un contexto de alta inflación si la divisa extrajera no se ajusta, perdemos competitividad por ser más caros en dólares. Esto repercute directamente con el crecimiento económico y la productividad de todos los sectores, sea turismo, agroindustria o exportación de automóviles, máquinas etc. También afecta la salud, ya que existen importantes equipos de diagnóstico que deben ser mantenidos con repuestos que no llegan o medicamentos necesarios para la cura de muchas enfermedades. El seguro no es más que un sector que se alimenta del devenir económico de un país; cuando el mismo decrece, las relaciones de precios relativos se desequilibran y la macroeconomía se cierne en una gran incertidumbre, claramente nuestra actividad se ve deteriorada.

– ¿Cuál es la situación actual del reaseguro internacional en términos de precios y oferta? ¿De qué manera han impactado la Guerra Rusia-Ucrania y también las pérdidas aseguradas provocadas por eventos catastróficos y climáticos?
– El mundo, a partir de la pandemia, la guerra y la crisis económica, experimenta una restricción de oferta de capacidad y, a su vez, aumento en la demanda exacerbada por el cambio climático, el aumento de la siniestralidad a causa de la acción del hombre, modificaciones en los rendimientos financieros, costos del capital, inflación mundial, etc.
Lo enunciado significa un importante endurecimiento del mercado que se traduce en aumentos sustanciales de precios, falta de capacidad para colocar los excedentes de retención de las cedentes, modificación de estructuras, condiciones y exclusiones. Ya en el pasado mes, en el encuentro de Baden-Baden, Alemania, donde normalmente se definen las condiciones de las renovaciones de enero 1 para cedentes europeas y retrocesiones que afectan la capacidad de gran parte del mundo, prácticamente no surgieron cotizaciones y mucho menos cierres de programas, involucrando pronósticos desalentadores para las renovaciones.
El impacto combinado de las crisis económicas y geopolíticas está teniendo un profundo efecto sobre la siniestralidad. El cambio cibernético y climático, y las secuelas de la pandemia de coronavirus, que todavía son perceptibles en algunas zonas, no permiten a los modelos predecir tendencias. Es imprescindible evaluar con precisión los riesgos cambiantes. Las ofertas de capacidad se otorgarán donde la rentabilidad ostente un margen aceptable y a territorios predecibles en sus pagos e información suministrada.

– ¿Cuál es la visión que tienen los reaseguradores internacionales del mercado argentino de seguros? ¿De qué manera puede afectar la falta de previsibilidad impuesta por las restricciones de pagos al exterior en las renovaciones de contratos y/o en la salida de grandes reaseguradores?
– Al exceso de demanda combinado con una importante retracción de la oferta, la capacidad será alojada donde mayor previsibilidad de resultados genere. Lo anterior involucra volumen, predictibilidad en la siniestralidad y seguridad en los pagos. Argentina no ostenta ninguno de los requisitos necesarios para obtener capacidad. Independientemente de lo expuesto, existen cedentes y reaseguradores que cuentan con una relación de décadas y en estos casos, nuestras aseguradoras seguirán siendo acompañadas más por la relación histórica que por la predictibilidad que ofrece el país en los aspectos mencionados.

Delia Rimada, Directora de Informe Operadores de Mercado, junto a Guillermo Pastore, Chairman de Special Division.

– ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades de Special Division en este escenario complejo tanto en Argentina como en el mundo? ¿Cuál es su propuesta de valor y su servicio diferencial como corredor de reaseguros para Latinoamérica?
– En un mercado ‘blando’, de exceso de oferta, cualquier intermediario coloca los excedentes de retención de una cedente o facultativo. Cuando el mercado es ‘duro’ o en una combinación importante de restricciones de capacidad y aumento de la demanda, solo los mejores profesionales y con mucha experiencia e historia en los mercados pueden brindar a sus clientes las mejores alternativas. Special Division conjuga más de 30 años de experiencia y profesionales multidisciplinarios y con mucha historia, inclusive superando grandes crisis como las del 2001, 2011, 2014 y la reciente pandemia. Nuestra propuesta de valor siempre fue la innovación, creatividad, transparencia y cumplimiento perfecto de cada una de nuestras propuestas. El mercado conoce el quién es quién, qué corredor ha ofrecido y ofrece propuestas creativas y quien siempre cumplió y quienes no lo han hecho.
El desafío es obtener las mejores estructuras y productos innovadores a precios competitivos, ofertando capacidad para que el mercado pueda responder con solvencia la demanda de coberturas, constituyendo lo expuesto en una oportunidad que solo muy pocos pueden lograr.

– ¿Cuáles son las perspectivas en materia de seguros paramétricos y cyber risks?
– Existen coberturas y productos para ambos seguros. Los mismos no han sido más desarrollados debido más que nada a la falta de demanda o conciencia de la exposición que se corre. Los siniestros que se están produciendo frecuentemente, sobre todo en cyber, a todo tipo y tamaño de empresa, no han creado el verdadero estado de necesidad que debería trasuntar en una mayor demanda.
En los seguros de índice ha sido dificultosa la aprobación de pólizas por parte de SSN, y en cyber se han perfeccionado productos interesantes con servicios previos de análisis de riesgo y de inmediata remediacion ante el acaecimiento de un siniestro.

– ¿Cómo proyectas el 2023 a nivel político y económico para Argentina considerando que será un año electoral? ¿Y de qué manera considerás que impactará en el mercado de seguros y reaseguros local?
– Nuestro país lleva décadas de frustraciones generadas por una sucesión de administraciones que no efectuaron las reformas estructurales que se necesitaban, y se dedicaron a agrandar un estado ineficiente que gasta improductivamenteb, en lugar de solucionar las necesidades de sus ciudadanos. La falta de reglas claras ha sumido al país en una semi anarquía, en la cual los partidos políticos acrecientan sus estructuras y terminan naturalizando en la población hechos aberrantes, como la corrupción y no solución de dificultades acuciantes.
Dado que en el año 2023 serán las elecciones, no se efectuarán las imprescindibles reformas -laboral, previsional e impositiva-. Tampoco se otorgará la necesaria autarquía al Banco Central, y las empresas del Estado y el gasto político seguirán generando emisión monetaria sin contrapartida en bienes y servicios, continuando la disminución de la demanda de dinero, generando una inflación de casi tres dígitos.
El crecimiento económico, luego de haber recuperado la caída que sufrió en la pandemia, se desacelerará, estimando una tasa de alrededor del 3 o 4%, la cual es insuficiente para morigerar el nivel de pobreza e indigencia que ostenta nuestro país.
El insuficiente crecimiento, la alta inflación y la falta de reformas estructurales en un contexto de luchas internas por el poder en las venideras elecciones electorales, pronostica un 2023 complicado para la economía y, por ende, para el seguro. El reaseguro -que se encuentra en un momento de restricción de capacidades y aumentos de precios- no observará el mejor escenario para brindar el soporte más adecuado a un país que se torna cada vez más impredecible. Como he comentado, las entidades que conservan una antigua relación con algunos mercados tradicionales, obtendrán protección a un precio algo superior a sus necesidades de capacidad. El resto deberá enfrentar un panorama incierto.